El lugar para acoger la cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, llevaba siendo objeto de especulaciones desde que el pasado marzo se anunciara que ambos se encontrarían.
Se trata de una cita sin precedentes cuyo escenario fue una incógnita desde entonces. Se comentó la posibilidad de que se produjera en la Zona Desmilitarizada que a la altura del paralelo 38 divide a Corea del Norte y Corea del Sur, pero finalmente no será allí.
La cuenta de Twitter del mandatario estadounidense terminó este jueves con las dudas: se verá con Kim Jong-un en Singapur el próximo 12 de junio.
Mongolia y Singapur eran otros posibles escenarios que se habían barajado.
Singapur es un pequeño pero muy rico país que en el pasado ya fue la sede de encuentros diplomáticos de alto perfil.
En esta ciudad-estado con una de las rentas per cápita más alta del mundo se celebró en 2015, por primera vez en 60 años, el encuentro entre los líderes de China y Taiwán.
Antecedentes como este hacen que a los dirigentes estadounidenses les haya parecido un buen lugar neutral para el cara a cara entre Trump y Kim.
A Estados Unidos y Singapur los unen estrechos lazos. La ciudad-estado tiene también relaciones diplomáticas con Corea del Norte, pero interrumpió los intercambios comerciales después de que el año pasado se endurecieran las sanciones internacionales contra Pyongyang por sus reiterados ensayos con misiles.
El rico Singapur es una antigua posesión colonial británica en el sudeste asiático que en la actualidad se ha convertido en uno de los principales centros financieros mundiales y que se suele incluir entre los "tigres" económicos de Asia.
También se distingue por la mentalidad conservadora que allí impera y sus estrictas normas locales. El país se enorgullece de su estabilidad y seguridad.
Singapur es una sociedad multirracial en la que predominan los chinos, que suman más de un 75% de la población. Los siguientes colectivos más numerosos son los malasios y los indios.
Se trata de un territorio densamente poblado. La mayoría de sus habitantes viven en altas torres de apartamentos.
Su economía se basa en su pujante comercio y en la aportación de los numerosos trabajadores extranjeros que emplea.
En 2013 el gobierno calculó que para 2030 más de la mitad de la población de Singapur estaría formada por inmigrantes.
Desde que el país declaró su independencia de Malasia allá por 1965, el Partido de la Acción del Pueblo ha dominado la política.
En la actualidad, el incremento en el coste de la vida, la inmigración y las desigualdades sociales son los asuntos que predominan en el debate público y suponen los mayores desafíos para las autoridades.
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