En México y en América Latina los actos de corrupción y la impunidad están a la orden del día. ¿Un ejemplo? El derrame de 40 mil metros cúbicos de ácido de sulfato de cobre en los ríos Sonora y Bacanuchi, responsabilidad de la minera Grupo México, empresa que desde 2014 no ha construido las instalaciones de tratamiento de agua que ofreció ni ha reparado el daño a los afectados.
Esto “es un ejemplo descarado y flagrante de que tienen derecho a la impunidad”, dijo el relator de Naciones Unidas sobre el manejo de sustancias tóxicas, Baskut Tuncak, durante el evento académico Industrias Extractivas y Derechos Humanos.
Y esto…¿qué tiene que ver con comida, queridos lectores? Ahora verán.
Este año, el medio peruano Ojo Público llevó a cabo una jugosa idea: enlistó casos de corrupción de Perú, Brasil, México, Guatemala y Venezuela –ligados a la empresa Odebrecht, que pagó sobornos a los gobiernos con el objetivo de asegurar contratos en su beneficio- y creó un menú con la descripción de los casos como si fueran “exquisitos” platillos, algo así como un “menú de la corrupción”.
Así, La mordida tóxica -que degustarán a continuación- fue realizada por el Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER) basado en la idea original de Ojo Público y con la colaboración de Animal Gourmet e Hivos en la producción; con el chef Alam Méndez de Pasillo de Humo en la realización de los platillos y el maridaje de Vino Balero.
¿El reto para Alam Méndez? Crear cuatro bocadillos a partir de cuatro casos de corrupción en México, Brasil, Guatemala y Perú.
Checa la nota completa en el siguiente enlace: La mordida tóxica: los beneficios son más importantes que tu vida