La FIFA levantó este jueves la suspensión que hacía que Guatemala fuera el único país que no podía participar en competencias de fútbol internacional.
La Federación de Fútbol de Guatemala (Fedefut) enfrentaba una sanción que impedía a sus selecciones de todos los niveles jugar en torneos y eliminatorias fuera de sus fronteras desde octubre de 2016.
El castigo era consecuencia de una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos realizada en 2015 contra dirigentes de la FIFA y varias federaciones del mundo por presunta corrupción.
La FIFA notificó su decisión solo un día después de que fuera juramentado el Comité Regularizador de la Fedefut impuesto por el propio organismo internacional y de que su presidente, Juan Carlos Ríos, le comunicara a la FIFA que ya se encontraba totalmente operativo, lo cual era uno de los requisitos para levantar la suspensión.
"En caso de que se infringiese cualquiera de las decisiones tomadas por el Bureau del Consejo (de la FIFA), se volverá a suspender de inmediato a la Fedefut", advirtió la FIFA en un comunicado.
"Muchas gracias a toda la afición que lo sufrió y que esperaba ver de regreso a la Selección. Que Dios bendiga al futbol de Guatemala", indicó Ríos en conferencia de prensa.
El caso, conocido como "FIFAgate", llevó a la detención y procesamiento judicial del entonces presidente de la Fedefut, Brayan Jiménez, y del secretario general, Héctor Trujillo, acusados de corrupción.
La FIFA ordenó entonces que una Comisión de Regularización reestructurara la Fedefut y creara sus nuevos estatutos.
Pero en octubre de 2016, una asamblea de miembros de la Fedefut desconoció a esta comisión y asumieron unos directivos no reconocidos por la FIFA.
La FIFA decidió entonces suspender a la federación y, con ello, a sus selecciones.
Desde entonces, Guatemala no pudo participar en torneos como la Copa de Oro de Concacaf, el torneo de la confederación regional del que ha sido semifinalista o la Copa Centroamericana, que ya ganó una vez en 2001.
La FIFA puso de plazo hasta abril para que Guatemala regularizara su situación, pues de lo contrario se enfrentaría a la expulsión.
Ante esta posibilidad, los directivos de la Fedefut renunciaron y el Congreso de Guatemala modificó su Ley del Deporte en marzo para separar el fútbol de las disciplinas tuteladas por el Estado.
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