El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), empresa de participación estatal mayoritaria encargada de la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, muestra ante medios su confianza en que la obra tendrá éxito… pero en la letra pequeña de sus documentos para atraer inversionistas reconoce que hay riesgos, juicios de amparo y otras dificultades.
Los riesgos fueron comunicados por el GACM al colocar bonos verdes -instrumentos de deuda- y el fideicomiso denominado Fibra E, donde por cierto participan con inversión las afores (administradoras de fondos para el retiro) Inbursa, PensionISSSTE, Profuturo GNP y XXI Banorte.
Entre los puntos que afectan o pueden afectar el Nuevo Aeropuerto están:
1.- Que la construcción del Nuevo Aeropuerto sufra retrasos, o se exceda el presupuesto señalado inicialmente.
Se menciona que un nuevo gobierno podría modificar el monto de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) -se cobra a usuarios del Aeropuerto Benito Juárez, y se prevé aplicarla en el Nuevo Aeropuerto-, que es parte esencial del esquema de financiamiento, y por lo tanto afectar el esquema de pagos de deuda.
2.- En “circunstancias extremas”, el desarrollo del Nuevo Aeropuerto “puede ser un foco para disturbios civiles”, ya que comunidades cercanas pueden considerar la obra perjudicial, lo que desataría conflictos.
“Cualquier desacuerdo o deficiencia relacionada con una debida consulta con las comunidades locales, podría causar retrasos o interrupciones en el desarrollo del proyecto. Los manifestantes han tomado medidas en el pasado para perturbar el desarrollo de proyectos de infraestructura en la región, y pueden seguir haciéndolo en el futuro”, se señala en referencia a manifestantes como los de Atenco, que frenaron antes el plan del presidente Vicente Fox para construir desde entonces el nuevo aeropuerto, también en la zona del Lago de Texcoco.
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3.- “La terminación del Nuevo Aeropuerto y su operación puede verse limitada, afectada o sufrir cambios de importancia debido a decisiones políticas o cambios en los planes de desarrollo del gobierno federal en turno”, se menciona respecto al cambio de gobierno, por las elecciones 2018.
4.- “En relación con la construcción del Nuevo Aeropuerto se han iniciado distintos litigios y no es posible asegurar que más litigios no surgirán en el futuro”, se indica sobre diferentes demandas o procesos legales, iniciadas en contra de la construcción.
“A la fecha del presente, se encuentran en trámite una serie de juicios de amparo, en relación con la concesión de inmuebles que se utilizarán para la construcción, administración, operación y explotación de la infraestructura aeroportuaria”, se detalla.
“Una de las empresas participantes en la licitación para construir el Centro Intermodal de Transporte Terrestre (CITT) del Nuevo Aeropuerto, ante la resolución de GACM de declarar desierta dicha licitación en virtud de que las empresas participantes no habrían cumplido con ciertos requisitos técnicos, económicos, legales o administrativos establecidos en la convocatoria, interpuso una instancia de inconformidad ante la Secretaría de la Función Pública”, se agrega.
5.- Otro riesgo latente, está relacionado con que de un día para otro debe realizarse la transición del Aeropuerto Benito Juárez al Nuevo Aeropuerto en Texcoco, ya que no pueden operar al mismo tiempo, al compartir el mismo espacio aéreo.
No se puede asegurar “que dicha transición tendrá éxito o se logrará sin incidentes”, se indica.
6.- El aumento en la violencia, por la actividad del crimen organizado, puede afectar el flujo de pasajeros, provocando que el GACM tenga menos recursos de la TUA.
7- Los procedimientos administrativos o la revocación de permisos que afecten a uno o más de los contratistas de la obra, pueden producir retrasos en la construcción.
La Secretaría de la Función Pública, se detalla, está considerando sancionar a dos empresas que ganaron contratos para la construcción de partes del Nuevo Aeropuerto, al estar involucradas en el caso del socavón del Paso Exprés de Cuernavaca, que provocó la muerte de dos personas.
Entre las empresas involucradas en el caso del Paso Exprés, y que también participan en la construcción del Nuevo Aeropuerto, están Aldesa y Epccor.