Un jurado civil de Estados Unidos declaró este martes al expresidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada y su ministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, responsables de las ejecuciones extrajudiciales de indígenas en 2003 durante la llamada "Masacre de octubre".
Sánchez de Lozada es el primer expresidente latinoamericano en ir a juicio y ser declarado responsable en Estados Unidos por abusos de derechos humanos.
De acuerdo con la sentencia, el exmandatario deberá indemnizar con US$10 millones a familiares de ocho indígenas aimaras que la policía mató durante los sucesos de 2003.
La sentencia contra los dos exfuncionarios no contempla pena de cárcel por tratarse de un caso civil.
Sanchez de Lozada gobernó Bolivia por dos periodos: primero de 1993 a 1997 y luego de agosto de 2002 hasta octubre de 2003, cuando huyó a Estados Unidos tras la revuelta de la Guerra del Gas.
El inicio de su mandato se vio estremecido por un intento de aumento de los impuestos, denuncias de enriquecimiento ilícito y el uso de la política en beneficio de sus negocios.
Dos años después de asumir en su segunda presidencia, las presuntas intenciones de exportar gas boliviano por puertos chilenos fue la chispa que encendió las protestas.
Los choques entre los manifestantes y efectivos del ejército durante esas semanas dejaron un saldo de más de 50 muertos y unos 400 heridos.
Tras su huida a Estados Unidos, el fiscal general de Bolivia alegó que Sánchez de Lozada había sustraído de manera ilegal alrededor de US$22 millones de las arcas del gobierno.
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