El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera con México, cuyo gobierno dijo que una militarización dañaría gravemente la relación”.
“Es tiempo de actuar”, dijo Nielsen en la Casa Blanca y explicó que “el presidente ha ordenado que el Departamento de Defensa y el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, en conjunto con nuestros gobernadores, desplieguen la Guardia Nacional en nuestra frontera sur, para asistir a la patrulla fronteriza”.
Como respuesta, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) emitió un comunicado en el que afirma que, si el despliegue de la Guardia Nacional se traduce en una militarización de la frontera, se “dañaría gravemente la relación bilateral”.
En una conversación entre Nielsen y el canciller Luis Videgaray, detalla el texto, se informó que la Guardia Nacional no portará armas ni realizarán funciones de control migratorio o aduanero y que solo realizarán labores de apoyo al Departamento de Seguridad Interior.
Velará el gobierno de México por la soberanía e intereses nacionales. #Comunicado ✍ https://t.co/xlXb1QNThZ pic.twitter.com/K9I0slnMRl
— SRE México (@SRE_mx) 4 de abril de 2018
Nielsen dijo esta tarde que “tomará tiempo para que el despliegue ocurra, pero estamos moviéndonos rápidamente” y añadió que el gobierno mexicano entiende “los deseos de esta administración para controlar entrada ilegal en nuestro país. Ellos entienden y respetan nuestra soberanía nacional”.
El Departamento de Seguridad Nacional añadió en un comunicado que el envío de tropas a la frontera “servirá como un elemento de disuasión” que “mejorará” el control operacional de la zona.
“La duración del despliegue estará determinada por los esfuerzos del Congreso para asegurar nuestra frontera sur”, precisó.
To Secure the Border and Make America Safe Again, We Need to Deploy the National Guard https://t.co/XkYavoNcU5
— Tyler Q. Houlton (@SpoxDHS) 4 de abril de 2018
El despliegue de tropas sucede luego de una serie de ataques de Trump hacia México por supuestamente permitir que los migrantes crucen su territorio para llegar a Estados Unidos, así como la amenaza de utilizar tropas para custodiar su frontera hasta que se construya el muro fronterizo.
Ayer, el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, compartió un comunicado el que defendió al “Viacrucis Migrante” y escribió que la política migratoria del país “no está sujeta a presiones”.
La política migratoria no está sujeta a presiones: Gobierno de #México. #ComunicadoConjunto @SEGOB_mx – @SRE_mx. pic.twitter.com/jj86hLyTzF
— Alfonso Navarrete (@navarreteprida) 4 de abril de 2018
Más temprano, el canciller mexicano, Luis Videgaray, informó a través de su cuenta de Twitter que la caravana migrante se dispersó “por decisión de sus participantes”, y enfatizó que “la política migratoria mexicana se ejerce de manera soberana y conforme a derecho, y no a partir de presiones o amenazas externas”.
Según la AFP, los predecesores de Trump, Barack Obama en 2010 y George W. Bush entre 2006 y 2008, enviaron a la Guardia Nacional, un cuerpo de reserva del ejército, para patrullaje y control fronterizo.