James Comey rompió el silencio.
Casi un año después de ser despedido por Donald Trump, el exdirector del FBI ofreció finalmente una entrevista este domingo para hablar sobre "angustiosos" cuatro meses de trabajo con el actual presidente y los cambios que ocurrieron en la Casa Blanca desde enero de 2017.
Y la conversación con la cadena de televisión estadounidense ABC no tuvo medias tintas.
Comey aseguró que "Trump está moralmente incapacitado" para el cargo y que "es alguien para quien la verdad no resulta un alto valor".
La conversación, que originalmente duró cinco horas, aunque ABC solo trasmitió una, forma parte de la campaña de promoción del nuevo libro de Comey, "Una lealtad mayor: verdad, mentiras y liderazgo", en la que cuenta detalles sobre su carrera y su visión sobre los motivos que llevaron a su despido.
En la entrevista, el exjefe del FBI calificó al presidente como "un mentiroso en serie", que trataba a las mujeres como "carne" y lo describió como una "mancha" para todos los que trabajaban para él.
Después de que se transmitió la entrevista, el partido de Trump, a través del Comité Nacional Republicano, emitió un comunicado en el que sostiene que la gira publicitaria de Comey por su nuevo libro mostraba que "su verdadera lealtad era para él mismo".
"Lo único peor que la historia de mala conducta de Comey es su disposición a decir cualquier cosa para vender libros", indicó.
Pero las respuestas del Trump aparecieron incluso antes de que se trasmitiera la entrevista.
Tras el anuncio del inicio de la publicación del libro, el mandatario calificó a Comey de "mentiroso" y "filtrador", y tras la publicación el sábado de un avance de la entrevista, los tuit de este domingo fueron a más.
"El resbaladizo James Comey, un hombre que siempre termina mal y fuera de control (¡no es inteligente!), pasará por mucho como el PEOR director del FBI en la historia!, escribió en Twitter.
Trump consideró que las aseveraciones de Comey son falsas, al igual que las notas sobre sus intercambios que fueron la base del libro.
El exjefe del FBI afirma que cuando trabajó con Trump escribió varios memorandos con sus conversaciones con el presidente, entre ellos uno que asegura que el presidente le pidió lealtad ante las investigaciones sobre la intervención de Rusia en las elecciones de 2016.
"Nunca le pedí lealtad personal a Comey. Ni siquiera conocía a este tipo. Es solo otra de sus muchas mentiras. ¡Sus ‘memorandos’ son de autoservicio y FALSOS!, tuiteó Trump.
Pero ¿qué dijo el exjefe del FBI en la entrevista que enojó tanto al presidente?
Aquí te presentamos 4 de las aseveraciones más importantes.
Fue quizás una de las críticas más severas de toda la entrevista y una de las más inusuales y extraordinarias que realiza un exjefe del FBI hacia un presidente en ejercicio.
Según Comey, Trump no tiene problemas psiquiátricos o se encuentra en etapas tempranas de demencia, como algunos de sus críticos alegan: en su opinión, tiene una inteligencia superior que la media.
Sin embargo, en su criterio, el problema con el presidente y su legitimidad para el cargo es otro.
"No creo que sea médicamente incapaz de ser presidente. Creo que está moralmente incapacitado para ser presidente", opinó.
"Una persona que busca equivalencia moral en Charlottesville (cuando comparó a supremacistas blancos con las personas que se le oponían), que habla y trata a las mujeres como si fueran trozos de carne, que miente constantemente sobre asuntos grandes y pequeños e insiste en que el pueblo estadounidense le cree, esa persona no es apta para ser presidente de Estados Unidos por motivos morales", añadió.
El tema de la supuesta intervención de Moscú en las elecciones que hicieron a Trump presidente tuvo un lugar relevante en la entrevista.
Uno de los puntos más críticos fue cuando Comey opinió que era posible que los rusos tuvieran material que pudiera usarse para chantajear al presidente.
Aunque reconoció que no podía afirmarlo con certeza, admitió que era una posibilidad.
"Siempre me llamó la atención y todavía me parece poco probable, y hubiera podido decir (que no existía tal material) con gran confianza sobre cualquier otro presidente con el que trate, pero con este no puedo. Es posible", agregó.
tro de los elementos que volvió fue la potencial obstrucción de la justicia que realizó Trump, cuando supuestamente, le pidió a Comey que "dejara ir" una investigación sobre las alianzas del asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, con Rusia.
Según el exjefe del FBI, Trump pidió a los empleados de la Oficina Oval que los dejaran solos para entonces pedirle que pasara por altos las evidencias contra Flynn, que ya había sido despedido.
"Ciertamente, es una evidencia de obstrucción a la justicia. Dependerá de de otras cosas que reflejen su intención, yo soy un testigo en este caso, no el investigador o el fiscal", dijo.
Quizás el intercambio más consecuente entre el Sr. Comey y el Sr. Trump ocurrió cuando el presidente limpió la Oficina Oval de su personal, incluido el vicepresidente, y solicitó hablar solo con el Sr. Comey. Fue en esa sesión que el Sr. Comey dice que el presidente le pidió que "dejara ir" la investigación sobre que acababa de ser despedido.
Según Comey, una de las conversaciones más difíciles con el presidente fue cuando tuvieron que hablar sobre un supuesto video grabado en Rusia cuando el mandatario estaba al frente de un reconocido concurso internacional de belleza.
"(…)comencé a contarle sobre la acusación de que él había estado involucrado con prostitutas en un hotel en Moscú en 2013 durante una visita por concurso de Miss Universo y que los rusos habían filmado el episodio. Y él interrumpió muy a la defensiva: ´¿Me veo como un tipo que necesita prostitutas?´".
El exjefe del FBI alega que varios funcionarios de inteligencia consideraron que relevante Trump conociera que esa información existía y podría hacerse pública. Según Comey, le contó algunos detalles sobre los supuestos videos.
"Otra razón por la que sabes que no es verdad es que soy le tengo pánico a los gérmenes. No hay forma de que deje que alguien se haga pis encima mío", asegura Comey que fue la respuesta del presidente.
El Partido Republicano y los seguidores de Trump consideran que las aseveraciones de Comey son falsas y solo buscan garantizar la venta del libro que saldrá a los estantes el venidero 17 de abril.