La Secretaría de Marina (Semar) asumió la responsabilidad de los hechos en los que los miembros de una familia fallecieron en medio de un enfrentamiento entre marinos y civiles en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Tres miembros de la familia murieron en el lugar, uno más cuando recibía atención médica, el padre resultó herido y un niño resultó ileso.
Los peritajes de la Procuraduría General de la República (PGR) señalan que las víctimas, que se trasladan en una camioneta, sí recibieron impactos de las Fuerzas Armadas.
La Semar indicó que se llevarán a cabo todas las acciones correspondientes, para proporcionar tanto la ayuda, como la reparación integral a los afectados, en cumplimiento a lo establecido por la Ley General de Víctimas.
Parte de lo que contempla la Ley General de Víctimas en su artículo 7 es tener una investigación pronta y eficaz ante un incidente que vulnere a algún sector de la población, así como una reparación por parte del Estado a personas que han sido víctimas de violaciones graves en su contra, así como el recibir ayuda médica y especializada en términos de la ley.
“Tanto la información dada a conocer inmediatamente en aras de trasparentar el actuar institucional, como la postura asumida previamente, derivaron de los datos con los que se contaba al momento en el desarrollo de las investigaciones; sin pretensión alguna de ocultar ni minimizar el dolor de los civiles afectados”, aseguró la Semar en un comunicado.
Tras analizar los indicios balísticos, sus trayectorias, el tipo de armas y la ubicación de vehículos involucrados se concluyó que el vehículo donde se trasladaba la familia quedó bajo el fuego aéreo que desplegó un helicóptero de la Marina.
Esta versión contradice lo inicialmente declarado por la Marina, quien descartó que los disparos que recibieron los civiles fueran de armas utilizadas por la institución
En el lugar de los hechos fueron encontrados más de 3 mil casquillos que fueron detonados en el lugar, los cuales pertenecen a armas de uso exclusivo para las fuerzas armadas de la nación, pero se concluyó que varios de estos fueron también detonados de armas utilizadas por los civiles armados y durante los disparos un vehículo oficial y uno de lujo donde se encontraban personas con armas de fuego, detuvieron su marcha para dispararse entre sí, por lo que la familia fue alcanzada durante el incidente.
La Semar lamentó el resultado de los hechos y se dijeron comprometidos con la transparencia de sus actos.
Expresaron que “la Secretaría de Marina-Armada de México asume ante las y los mexicanos la responsabilidad social que ello representa, a pesar de constituir un hecho circunstancial, cuya causa fue originada por grupos delincuenciales que actúan desde el anonimato”.