La historia vuelve a reivindicar al corredor Peter Norman, el velocista australiano que fue calificado de héroe, a la vez que castigado por su hazaña.
El atleta, que murió en 2006 a los 64 años, será galardonado de manera póstuma con La Orden del Mérito que entrega el Comité Olímpico Australiano (AOC, por sus siglas en inglés).
En los Juegos Olímpicos de 1968 Norman ganó la medalla de plata en los 200 metros y en el podio hizo un gesto que lo marcaría para toda su vida.
Sus compañeros, los atletas negros estadounidenses Tommie Smith y John Carlos, quienes ganaron las medallas de oro y bronce respectivamente, aprovecharon el espacio en la plataforma de la victoria para protestar contra la segregación racial con el saludo del poder negro.
Y el australiano se unió a la protesta, portando la pegatina del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos, una iniciativa contra el racismo en el deporte.
La fotografía de los estadounidenses con sus cabezas agachadas, un brazo levantado en el aire y el puño enguantado es una de las imágenes más destacadas del siglo XX.
Ahora, 50 años después, se otorgará al tercero del podio la Orden del Mérito, un reconocimiento a quienes obtienen "un mérito notable" en el mundo del deporte.
Pero llega tarde, según John Coates, presidente del AOC.
"Hoy el respeto por Peter y sus acciones es todavía enorme (…) Perdimos a Peter en 2006, pero nunca debemos perder de vista su valiente postura ese día".
En 2012, el Parlamento australiano pidió perdón a Normal por no haber reconocido su rol inspirador antes de su fallecimiento".
El padre de Norman tomó prestado un par de zapatalilas deportivas para su hijo, quien en ese entonces era aprendiz de carnicero, y lo convirtió en un corredor profesional.
En los Juegos Olímpicos de 1968 en México, consiguió un récord en los 200 metros y ganó una medalla de plata en la final.
Los medallistas Smith y Carlos querían llevar guantes negros en el podio en protesta por el racismo en Estados Unidos, pero Carlos se había dejado su par de guantes en la villa olímpica.
Norman entonces sugirió que cada uno de ellos llevara un guante y le pidió a un miembro del equipo estadounidense si podía tomar prestado una insignia en la que se podía leer "Proyecto Olímpico por los Derechos Humanos".
Como planearon, los estadounidenses levantaron sus puños mientras sonaba el himno, y el Comité Olímpico Internacional les retiró sus credenciales y les pidió que abandonaran México en 48 horas.
Norman siguió corriendo, pero pese a que se clasificó quinto del mundo, no fue seleccionado para las siguientes Olimpíadas de Múnich.
"Peter no tenía que haber tomado esa insignia, Peter no era estadounidense, Peter no era un hombre negro, Peter no tenía que haber sentido lo que sintió, pero fue un hombre", dijo entonces John Carlos.
Se retiró poco después sin ganar ningún título más y no fue invitado a los Juegos de Sídney celebrados en el año 2000.
El AOC negó que le hubiera excluido y los atletas estadounidenses le invitaron a quedarse con ellos durante la competición.
Norman falleció a los 64 en Melbourne, y hasta sus últimos días mantuvo la amistad con Carlos y Smith. Ambos fueron dos de las personas que trasladaron su féretro.
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