La periodista María Dolores Luna Maya fue detenida y señalada como presunta responsable del delito de robo agravado en pandilla, luego de que se registrara un asalto el pasado miércoles en las instalaciones del diario La Razón, en la Ciudad de México, donde ella era editora.
Periodistas, familiares y amigos aseguran que ella es inocente, y exigen su liberación.
Los hechos, según la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), ocurrieron a las 11:30 de la mañana del 4 de abril, en las instalaciones de La Razón, ubicadas en la Torre Privanza, en la delegación Miguel Hidalgo.
De acuerdo con las autoridades, cinco personas estuvieron implicadas en el robo de dos cajas fuertes del diario, tres hombres y dos mujeres.
Dos personas ingresaron a las instalaciones del periódico como “cerrajeros”, una tercera persona los contrató, una cuarta les facilitó el acceso al lugar, y una quinta persona solo fue identificada como testigo de los hechos.
Elementos de la SSP-CDMX, según el informe oficial, recibieron el reporte de robo y lograron detener a las cinco personas, para luego trasladarlas a las instalaciones de la Procuraduría capitalina.
Familiares, amigos y colegas de María Dolores acusan que ella, periodista y editora desde hace tres años en La Razón, pasó de “ser testigo voluntario a ser investigada por robo agravado en pandilla, por una acusación hecha por directivos del diario”.
A favor de María expresan que durante los tres años que lleva laborando en la empresa, “nunca tuvo un señalamiento o imputación por su desempeño laboral o profesional, que pusiera en duda su honestidad”.
En su comunicado informan que, al ser investigada por el delito de robo agravado en pandilla, una juez determinó su detención preventiva en el Reclusorio Femenil Santa Martha.
La PGJ-CDMX indicó a a Animal Político que la investigación sigue en curso. Además se confirmó que la acusación por la complicidad de María en el robo fue hecha por los directivos del medio.
Este lunes la SSP-CDMX informó en conferencia de prensa que existen los elementos de prueba para que el juez determinará las medida cautelar la prisión preventiva. También se detalló que en el próximo 13 de abril se llevará a cabo la audiencia donde se decidirá su vinculación o no vinculación al delito que se le imputa.
En el comunicado hecho por los periodistas y familiares destacan algunas anomalías en la investigación, y califican los delitos que le imputan a María como “falsos y arbitrarios”.
De acuerdo con el texto, en la carpeta de investigación número CI-FMH/MH-5/UI-2 C/D/00398/04-2018, iniciada en la Fiscalía Desconcentrada en Investigación en Miguel Hidalgo, “el periódico menciona que la periodista forma parte de un grupo que robó una caja e intentó hurtar una más al interior de sus instalaciones el pasado 4 de abril”.
María Dolores, en tanto, negó los delitos imputados, e incluso dijo que se puso en contacto con sus jefes, directivos del diario, para informarles lo que había ocurrido. Aún así, dice el comunicado, otros trabajadores del diario la señalaron, y pasó de testigo a ser acusada.
Según su defensa, durante la detención de Dolores se cometieron violaciones al debido proceso, como el tiempo que tardaron las autoridades en presentarla ante el Ministerio Público.
“Ella fue presentada en el Ministerio Público dos horas después de ser detenida, cuando el tiempo máximo de traslado para llegar a éste es de 50 minutos cuando hay tráfico y de 20 minutos cuando no lo hay”.
De acuerdo con la versión de colegas y familiares, el 6 de abril Dolores fue trasladada al reclusorio, donde la defensa argumentó que la detención de Dolores fue ilegal. Sin embargo, los planteamientos fueron rechazados por la juez, la cual le negó llevar el proceso en libertad.
Los autores del comunicado resaltan que el día del robo, María trabajó de manera habitual como editora web, y sostuvo conversaciones con sus compañeras de redacción, como regularmente lo hacía.
Finalizan el texto solicitando la liberación de María Dolores Luna “por las diferentes irregularidades al debido proceso que se ha llevado en su contra, así como, la falta de argumentos legales que llevaron a su detención, a estar privada de su libertad y recluida en el Reclusorio Femenil Santa Martha por un delito que no cometió”.