Pemex ha despedido y denunciado a cerca de 100 empleados vinculados al robo de combustible a gran escala, un delito que le generó pérdidas por unos 30,000 millones de pesos (1,642 millones de dólares) en 2017, dijo este martes su director general, Carlos Treviño.
“Si alguien sabe de alguien (…) lo investigamos, lo despedimos y lo denunciamos tanto a la Secretaría de la Función Pública como a la Procuraduría General de la República”, dijo el ejecutivo en una conferencia.
“Hemos despedido cerca de 100 empleados, los cuales hemos tenido alguna sospecha o evidencia de que han facilitado alguna información o algún proceso de daño a Petróleos Mexicanos en materia de robo de combustibles”, agregó, de acuerdo con Reforma.
En el robo de combustible a Pemex, la gigantesca empresa que domina el sector energético en México, están involucradas bandas del crimen organizado que también se dedican al narcotráfico, extorsiones y secuestros.
Treviño detalló que durante 2017 las autoridades detuvieron a 1,600 personas en delito flagrante, ya sea perforando ductos -la principal modalidad de sustracción- o transportando el combustible robado. En lo que va de este año, dicha cifra ha subido a entre 2,300 y 2,500 detenidos.
Unos 1,300 ya están siendo procesados judicialmente y se han recuperado poco más de 14 millones de litros de combustible, agregó.
Pese a ello, datos de la firma indican que el número de tomas clandestinas aumentó en 38%, a 2,274, durante el primer bimestre de este año frente al de 2017.
“La estrategia ha funcionado, sin embargo, debo reconocer que no ha sido suficiente”, agregó Treviño.
Algunas medidas de seguridad incluyen el uso complementario de pipas para transportar combustible, la escolta de las mismas en zonas de riesgo y el cierre de unas 100 gasolineras que muestran inconsistencias entre lo que le compran a Pemex y lo que venden.
En octubre del año pasado, 12 personas murieron en aparentes ajustes de cuentas entre bandas dedicadas al robo de combustible en Puebla (centro), mientras en agosto, un empresario gasolinero fue detenido tras varios operativos de la Marina de México en lujosos barrios de Puebla por sus presuntos nexos con redes de robo y venta de combustible.
Con frecuencia, las tomas clandestinas de combustible han provocado explosiones que han causado en ocasiones la muerte de personas.