"La Guerra Fría ha vuelto".
Así de contundente se expresó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante la reunión del Consejo de Seguridad que, a petición de Rusia, se celebró este viernes para tratar las tensiones en torno al conflicto sirio.
Guterres consideró que la disputa entre los países involucrados en el conflicto es el mayor peligro actual para la seguridad y paz internacionales.
Estados Unidos y sus aliados están considerando una respuesta militar contra el gobierno de Siria después del supuesto ataque químico ocurrido el pasado fin de semana en Douma.
Rusia, que apoya al gobierno de Bashar al Asad, advirtió que no se puede descartar la posibilidad de un conflicto armado entre EE.UU. y su país si Washington lleva a cabo esta acción.
Moscú aseguró que tiene "pruebas irrefutables" de que el presunto ataque con armas químicas fue un montaje de agentes extranjeros.
Guterres lanzó su mensaje de alarma durante su discurso de apertura en la reunión del Consejo de Seguridad.
"Las crecientes tensiones y la incapacidad de alcanzar compromisos para establecer un mecanismo de rendición de cuentas (sobre el uso de armas químicas en Siria) amenazan con llevar a una total escalada militar", dijo Guterres.
El secretario general consideró que esta nueva Guerra Fría presenta además el peligro de que las fórmulas que existían hace décadas para gestionar riesgos ya no están presentes.
Guterres pidió a todos los países que "actúen de manera responsable en estas peligrosas circunstancias".
Durante el tenso encuentro, el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, acusó a Estados Unidos de estar utilizando el supuesto ataque químico como pretexto para tumbar al gobierno sirio y "contener" a Rusia.
Por su parte, Washington acusó al presidente Al Asad de usar armas químicas en al menos 50 ocasiones en siete años de guerra.
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