Los habitantes de California han temido durante años que la falla de San Andrés genere un terremoto tan devastador como el que destruyó San Francisco en 1906, pero hay otra falla menos conocida y potencialmente más peligrosa.
En un nuevo informe, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) analiza el daño potencial de un sismo generado en la falla Hayward.
Está ubicada en el este de la bahía de San Francisco, debajo de la ciudad de Oakland.
"Esta falla es una suerte de bomba de tiempo tectónica", dijo el geólogo emérito del USGS, David Schwartz.
"Sólo está esperando detonar", agregó el experto en declaraciones a Los Angeles Times.
El USGS considera que esta falla "es una de las más activas y peligrosas porque recorre una región densamente urbanizada e interconectada".
En la zona viven unos 7 millones de personas.
"En cualquier momento"
El informe indica que "la amenaza de un terremoto de magnitud 7 es real y puede producirse en cualquier momento".
Los científicos documentaron una serie de sismos prehistóricos en la falla Hayward que se produjeron en los últimos 1.900 años.
En promedio, los 12 mayores terremotos de la falla ocurrieron con un intervalo de 150 años con un margen de variación de +/- 60 años.
Fue esta serie histórica la que encendió algunas alarmas, ya que el último terremoto en la falla Hayward fue de una magnitud de 6,8 y ocurrió hace 150 años, en 1868.
El Servicio Geológico de EE.UU. analizó las características de la zona donde ocurriría el sismo.
El epicentro estaría debajo de la ciudad de Oakland.
Sobre la falla se encuentran más de 300 edificios, entre ellos el California Memorial Stadium de la Universidad de Berkeley.
En toda la región, un terremoto pondría en riesgo unos 2 millones de edificios.
Con el objetivo aportar información para diseñar mecanismos de acción en caso de que ocurra el desastre, los científicos analizaron el impacto de un hipotético terremoto de magnitud 7.
Según esos cálculos, unas 800 personas morirían y otras 18.000 resultarían heridas.
Unas 2.500 personas podrían requerir ser rescatadas de entre los escombros de edificios colapsados y unas 22.000 quedarían atrapadas en ascensores.
Los daños ocasionados por el sismo obligarían al desplazamiento de 77.000 familias.
Si se incluyen otros factores como cortes en los servicios básicos e incendios, los desplazamientos ascenderían a 152.000 hogares, lo que equivale a unas 411.000 personas.
Según el informe, de producirse el sismo, el servicio de agua se interrumpiría durante seis semanas en algunas zonas y hasta seis meses en otras.
Además del impacto en la provisión de agua potable, esto también afectaría el suministro para los bomberos.
Se estima que unos 400 incendios por escapes de gas o cortocircuitos eléctricos se producirían durante e inmediatamente después del sismo.
Considerando que los bomberos no tendrían la capacidad suficiente para combatir tantos focos al mismo tiempo, podrían quemarse espacios comerciales y residenciales equivalentes a 52.000 viviendas familiares.
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