“Mi nombre es JC y soy adicto al trabajo”.
JC, quien vive en Tampa Bay, Florida, en Estados Unidos, asegura que necesitó mucho valor la primera vez que se paró y habló frente a un grupo de personas que nunca había conocido antes.
JC, quien no quiere que revelemos su verdadero nombre, fue a una reunión de Workaholics Anonymous (Adictos al Trabajo Anónimos) porque sentía que ya no podía seguir adelante.
Tiene 40 años y es una trabajadora del sector salud que logró vencer su alcoholismo y su trastorno de alimentación. Pero dice que no puede experimentar la serenidad que esperaba obtener con la sobriedad porque ahora se ha vuelto adicta al trabajo.
“Me veía constantemente obsesionada con el trabajo”, afirma. “Me di cuenta de que usaba el trabajo para bloquearme y evitarme a mí misma, a mis sentimientos y mis temores“.
Su adicción al trabajo y el estrés que esto provocó afectó su salud.
Se trata de recuperar el equilibrio entre trabajo y vida personal.
“A los tres meses de haber empezado en un cargo gerencial, me salieron canas prematuras”, cuenta. “Experimenté fatiga adrenal… tenía un trastorno cardíaco”.
Workaholics Anonymous comenzó a operar en Estados Unidos a principios de los 1980, siguiendo un plan de recuperación de 12 pasos similar al que creó Alcohólicos Anónimos.
Hoy hay más de 100 grupos de reunión en todo el mundo, desde Argentina hasta Estados Unidos, Reino Unido y Japón. También existe la posibilidad de unirse a las reuniones en internet con Skype o por teléfono.
Pero ¿cómo sabes si realmente eres adicto al trabajo? Y ¿existen otras formas de obtener ayuda?
Wilmar Schaufeli, profesor de psicología del trabajo y organizacional de la Universidad de Utrecht, en Holanda, describe a un adicto al trabajo como “una persona que trabaja obsesivamente duro de manera compulsiva”.
“Es una combinación entre trabajo excesivo y trabajo compulsivo”.
Agrega que asistir a Workaholics Anonymous funciona para muchos adictos porque “ves a personas que tienen el mismo problema, así que no estás solo. Pienso que es algo importante para todo tipo de problemas conductuales o adicciones”.
Para otras personas con problemas de adicción al trabajo, las terapias individuales con un profesional entrenado podrían ser la respuesta.
Pero ¿qué es lo que en realidad puede conducir a la adicción al trabajo?
La doctora Claudia Herbert, psicóloga clínica del Centro de Desarrollo Oxford, en Oxfordshire, Inglaterra, a menudo trata a pacientes.
Afirma que muchos adictos al trabajo tienen otros trastornos de salud mental.
“Muchos de los clientes quizás se sienten deprimidos, quizás piensan que la vida es un poco vacía, y pueden tener problemas de ansiedad. También pueden tener otras adicciones”.
El trastorno puede desencadenarse en primer lugar cuando una persona tiene que trabajar demasiado. “La gente a menudo tiene que aceptar un empleo que antes pudo haber sido desempeñado por dos o tres personas”, afirma.
La adicción al trabajo puede provocarse en parte cuando una persona se ha visto en el pasado demasiado presionada por sus padres.
“Las personas que siendo niños se vieron reforzados por sus logros en lugar de por lo que eran tienen más probabilidades de convertirse en adictos al trabajo”, agrega.
En lo que se refiere a los tipos de empleos en los que la gente tiene más posibilidades de volverse adictos al trabajo, el profesor Schaufeli afirma que se trata de los profesionales de más alto rango más que de aquellos en los niveles más bajos de la jerarquía laboral.
Agrega que los que trabajan por su cuenta también son vulnerables porque se pueden obsesionar con sus empresas.
Shaufeli asegura que los adictos al trabajo a menudo no se dan cuenta de que su conducta es problemática debido a que el llevar a cabo enormes cantidades de trabajo a menudo significa que ganan más dinero y se les promueve.
En lo que se refiere a tratar la adicción al trabajo, la doctora Herbert afirma que los tratamientos deben ser hechos a la medida de cada paciente, para llegar al fondo de lo que está causando el trastorno.
En Retreat South, un centro de rehabilitación y salud mental en Australia, organizan un programa para ejecutivos que sufren agotamiento y estrés vinculados al trabajo, que intenta que la gente recupere el equilibrio entre su trabajo y su vida.
El programa comenzó hace seis años y la duración promedio de la estancia es de un mes, con precios que van desde los US$6.100 a la semana.
La mayoría de los clientes son australianos pero también llegan personas de Asia y Europa.
“Trabajamos sobre la culpabilidad. La de que ‘no he sido un buen padre’, o ‘no he sido una buena pareja'”, afirma Jane Enter, la directora clínica de Retreat South.
“Las personas deben volverse a conectar con lo que son ellas mismas. Se trata de recuperar una vida más equilibrada“.
De vuelta a Florida, Estados Unidos, JC, a quien encontramos en Workaholics Anonymous en 2012, ahora es voluntaria en la organización.
“Tengo más tiempo para divertirme y para relacionarme con la gente”, dice. “Tengo el mismo trabajo. Sin embargo, debido a que he cambiado la forma como pienso y actúo las cosas son mucho más manejables”.
“Me coloco límites en el número de horas que trabajo en un día”, agrega.