Buenos Aires, 2 de abril de 1982. El gobierno militar de Argentina anuncia la toma por la fuerza de las islas Malvinas o Falklands, Georgia y Sandwich del Sur, cuya soberanía le disputaba a Reino Unido desde hacía un siglo y medio.
Comenzaba así uno de los capítulos más intensos y difíciles en los 80 años del Servicio Latinoamericano de la BBC, hoy conocido como BBC Mundo.
Como nunca antes, el conflicto en el Atlántico Sur puso a prueba la independencia y la imparcialidad editorial del Servicio, no sólo por las fuertes presiones políticas en Reino Unido, sino también por el apremio económico: la sección en español, como el resto del Servicio Mundial, era financiada en aquel momento por el Ministerio de Relaciones Exteriores británico.
Pero la BBC no cedió a los intentos de interferencia. Por el contrario, defendió su autonomía y renovó su compromiso de ofrecer al público las dos caras de la moneda en una guerra que dejaría un saldo de 900 muertos y desaparecidos, además de 1.700 heridos.
El Servicio sufrió presiones en varios frentes y niveles. Una de ellas fue en el campo del lenguaje que "debía usarse" durante el conflicto entre Argentina y Reino Unido.
El gobierno británico quería, por ejemplo, que al hablar de las islas se las llamara Falklands y que a las fuerzas argentinas se las denominara "el enemigo".
"Nuestra cobertura de la guerra fue sumamente imparcial", recuerda el español Eduardo de Benito, quien por entonces era periodista en la sección latinoamericana. "En todos los boletines de noticias y programas que hablaban del conflicto se decía siempre las Falklands/Malvinas o Malvinas/Falklands. La BBC tomó en cuenta la visión de la otra parte en la guerra".
Consciente de en ese momento, más que nunca, había que apostar a una información equilibrada, el Servicio Latinoamericano asumió un papel protagónico que no había tenido hasta entonces.
A pesar de los drásticos recortes de presupuesto que poco antes había dispuesto el gobierno conservador de Margaret Thatcher y que amenazaban la continuidad del Servicio, el 7 de abril la corporación decidió aumentar las transmisiones en castellano, que pasaron de cuatro a cinco horas y media por día.
Fue así como la vieja rutina dio paso a una marcha frenética que se mantuvo durante los dos meses y medio que duró el conflicto.
Ya no había marcha atrás: había comenzado la etapa contemporánea del Servicio Latinoamericano, que acabaría convirtiéndose en la innovadora y multimedia BBC Mundo.
La mexicana Julia Zapata, quien en aquel momento era productora y luego pasaría a ser directora de BBC Mundo, recuerda el gran salto que dio la sección: "La guerra del Atlántico Sur cambió totalmente al Servicio Latinoamericano de la BBC, y en muchos sentidos".
"En lo periodístico, hasta ese momento no habíamos hecho realmente periodismo radial. Leíamos noticias, pero no hacíamos ni análisis ni investigación. Con la guerra comenzamos a ofrecer todo esto".
"Además, desde ese momento el Servicio Latinoamericano empezó a ofrecer transmisiones periodísticas en vivo y en directo, utilizando todos los medio posibles para tratar de obtener la mayor cantidad de información, la más veraz, sobre lo que ocurría", añade el chileno Domingo Valenzuela, por entonces jefe de programas en castellano.
Esto incluía reflejar lo que se informaba desde Argentina y entrevistar a personas en el terreno.
"Fue una época de mucha adrenalina. Trabajábamos casi 24 horas, no parábamos", recuerda Valenzuela.
La guerra entre Argentina y Reino Unido también sirvió para que la BBC estrechara lazos con medios de comunicación latinoamericanos, que más tarde se convertirían en socios de BBC Mundo.
Batalla en el espectro radial
Pero el Servicio Latinoamericano no sólo fue puesto a prueba ante las presiones políticas y económicas. Ya desde el principio de las hostilidades se libraba otra batalla en el campo de las ondas radiales.
Sabiendo que la BBC no sacrificaría su independencia editorial, aun en un conflicto que afectaba directamente a Reino Unido, el gobierno británico tomó el control de uno de los transmisores del Servicio Latinoamericano en Ascensión, una isla de origen volcánico en medio del océano Atlántico.
Desde allí Londres propagó el mensaje de una nueva emisora propagandística: Radio Atlántico del Sur (RAS).
En documentos recientemente desclasificados por el Ministerio de Defensa británico, a los que tuvo acceso BBC Mundo, se lee que RAS nació como parte de la operación secreta Moonshine ("Luz de Luna") y que su objetivo era "bajar la moral de los soldados argentinos" y "fomentar su rendición" en las Malvinas/Falklands.
La radio transmitía en castellano, durante cuatro horas diarias, por la frecuencia de 9,71 MHz. Su programación incluía boletines de noticias, comunicados, reportajes y en ocasiones música.
Las ondas de RAS no sólo llegaban al archipiélago en disputa, sino también al territorio argentino, donde se esperaba que también contribuyeran a "socavar el apoyo de la población argentina a sus líderes militares", según los archivos desclasificados.
El gobierno de Buenos Aires respondió con la creación de una radioemisora propagandística en inglés: Radio Liberty.
En medio de esa guerra hertziana, el Servicio Latinoamericano de la BBC mantuvo sus principios editoriales, lo que le costó -sobre todo al principio del conflicto- la interferencia deliberada de algunas de sus frecuencias por parte del ejército de Argentina.
Sin embargo, los oyentes no se confundieron, como recordada el escritor argentino Osvaldo Soriano poco antes de su muerte en 1997: "La BBC reaccionó ante esto avisando a la gente que la escuchaba en Argentina que a partir del día siguiente, en la frecuencia de 91,7, en lugar de escuchar información iban a escuchar propaganda inglesa".
A pesar de que la guerra de las Malvinas/Falklands fue un mal momento y significó retos en varios frentes, ese evento fue crucial en la historia del Servicio Latinoamericano y terminó por fortalecer la razón de su existencia: llevar al mundo hispanohablante un periodismo equilibrado, profundo y de calidad.
Y esta misión se vio reforzada cuando el gobernador militar del archipiélago, el general Mario Benjamín Menéndez, desobedeció las órdenes de continuar la lucha.
Según las crónicas de la época, había sintonizado las noticias en español de la BBC, retransmitidas por emisoras en Uruguay y Chile.
La guerra finalizó el 14 de junio de 1982 con la rendición de las fuerzas argentinas. BBC Mundo ya había empezado a recorrer el prometedor camino que la convertiría en lo que es hoy.
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