La fiebre por el álbum mundialista brota cada cuatro años y Rusia 2018 no es una excepción.
Tener todas las barajitas-figuritas-cromos que lo componen es el gran desafío de millones de aficionados de todo el mundo que atesoran el álbum como un preciado objeto de colección.
Pero con su perfeccionamiento con el paso de los años también ha aumentado el costo, lo que para algunos ha sido motivo suficiente para buscar una alternativa a su afición.
Este fue el caso de Alex and Sian Pratchett, una pareja británica que al ver que no tenían dinero para completar el álbum del Mundial de Brasil 2014 decidió crear su propia versión dibujando cada una de las barajitas.
Lo primero que supieron fue que no sabían dibujar, pero eso no fue impedimento para seguir adelante con un proyecto que repitieron para la Eurocopa de 2016 en Francia.
La iniciativa tuvo como fin recaudar fondos para causas benéficas, lo que cautivó a aficionados desde lugares tan lejanos como Irán y Japón, llegando a recolectar más de US$7.000.
Fue por eso que este año lo volverán a hacer, inspirándose en la edición oficial que lanzó hace unas semanas la firma italiana Panini.
Esperan que les lleve más de 170 horas dibujar las 680 que completan el álbum.
“Mucha gente nos convenció para que lo hiciéramos otra vez“, le dijo a la BBC Sian Prtachett.
La pareja, que reside en Oxford, tiene pensado completar los dibujos durante los 32 días que dura el torneo que comienza el próximo 14 de junio.
Lo único diferente en esta ocasión, y que representará un nuevo desafío, es que ahora tienen un bebé, lo que claramente “quita mucho tiempo”.
Un economista británico calculó que completar el álbum puede llegar a costar unos US$1.000 en Reino Unido, precio que varía dependiendo de cada país en el que se distribuye.
Panini asegura que esa cifra es sumamente abultada ya que se puede reducir considerablemente intercambiando las figuras que se tienen repetidas para ir completando las que faltan.
“Se convirtió en algo que atrajo en internet… No lo habíamos anticipado, pero fue algo muy divertido“, agregó Pratchett.
Pese a todas las horas de práctica, la pareja es consciente que si hay una cosa que se mantiene desde el principio es su incapacidad para dibujar.
“Somos muy resistentes a mejorar y después de dibujar 1.500 barajitas seguimos siendo un desastre”.