El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "no está haciendo teatro, irá para resolver un problema".
Así lo aseguró este domingo el director de la agencia de inteligencia estadounidense (CIA), Mike Pompeo, al respaldar la decisión de Trump de reunirse con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.
El jefe de los espías afirmó que el presidente estadounidense conoce los riesgos de tal encuentro.
El jefe de Estado dijo que la cumbre podría crear el "mejor acuerdo para el mundo".
Pero los críticos advirtieron que si las conversaciones terminan mal, las dos naciones estarán en una posición peor a la anterior.
Hasta ahora, ningún otro presidente de EE.UU. en ejercicio se había reunido con un líder norcoreano.
Trump aceptó el ofrecimiento del encuentro inmediatamente después de que los enviados de Corea del Sur anunciaran la invitación al diálogo el jueves, tomando por sorpresa a los propios miembros de su gobierno.
Los intentos de negociar acuerdos para el desarme fallaron repetidamente desde 2003, cuando Corea del Norte se retiró del Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT, por sus siglas en inglés).
Pompeo dijo a CBS que la administración se mantiene con "los ojos abiertos" ante el desafío de negociar con Corea del Norte.
Según él, ese país asiático quiere dialogar ahora porque las sanciones impuestas por Estados Unidos lo han perjudicado económicamente.
"Nunca antes habíamos tenido a los norcoreanos en una posición en la que su economía estaba en tal riesgo, donde su liderazgo estaba bajo tanta presión", dijo a Fox News.
Otro alto funcionario de la Casa Blanca, el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, enfatizó que el objetivo "claro" de las conversaciones era deshacerse de las armas nucleares en la península coreana y reiteró que Estados Unidos espera que no haya ningún misil o prueba nuclear antes de la reunión.
Políticos de los dos partidos principales de Estados Unidos expresaron su preocupación por la reunión.
El senador republicano Cory Gardner le dijo a CBS que quería "pasos concretos y verificables hacia la desnuclearización" antes de que las conversaciones tengan lugar.
Otro senador republicano, Jeff Flake, dijo a NBC que era escéptico sobre que la desnuclearización sea un objetivo realista.
En el mismo canal de noticias, la senadora demócrata Elizabeth Warren expresó sus dudas de que el "diezmado" Departamento de Estado carezca de funcionarios familiarizados con los métodos de Pyongyang.
"Estoy muy preocupada porque (Kim Jong-un) tome ventaja".
En un acto político el sábado en Pensilvania, Trump dijo a sus partidarios que cree que Corea del Norte quería "hacer las paces".
Pero aseguró que podría abandonar las conversaciones rápidamente si no logran progresos hacia el desarme nuclear.
"Tras las primeras horas de conocerse que el líder de Corea del Norte quería reunirse conmigo para hablar de desnuclearización y que los lanzamientos de misiles terminarían, la prensa se sobresaltó y se asombró. No podían creerlo. Pero a la mañana siguiente las noticias se volvieron FALSAS. Dijeron, ¿a quién le importa?", escribió Trump en un tuit.
Trump dijo que esperaba que se alcanzara un entendimiento para aliviar las tensiones nucleares.
Aunque no se estableció una fecha concreta, el gobierno de Corea del Sur indicó que se produciría en mayo.
Sobre la posible ubicación, Seúl sugirió que la aldea norcoreana de Panmunjom, que se encuentra en la zona desmilitarizada entre el norte y el sur, era una opción "seria", informó la agencia de noticias Yonhap.
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