Casi un mes después del tiroteo en la escuela Marjory Stoneman Douglas, que dejó 17 muertos, el gobernador de Florida, Rick Scott, firmó este viernes una ley que contempla nuevas regulaciones para controlar el acceso a las armas en el estado.
Ese fue uno de los principales reclamos de los sobrevivientes de la matanza y de sus familiares.
La ley abarca tres puntos fundamentales:
La legislación no incluye la prohibición de los rifles de asalto, una de las solicitudes de los sobrevivientes de la masacre de la escuela, quienes no obstante, mostraron su alegría en las redes sociales de que la norma fuera finalmente aprobada.
La medida asigna unos US$100 millones para mejorar la seguridad escolar y otros US$67 millones para un programa que permite que algunos maestros y empleados, con la aprobación del distrito escolar y la capacitación policial, lleven pistolas en los centros escolares.
Prohíbe también la venta de los llamados "bumpstocks", unos dispositivos que permiten que un arma semiautomática funcione de manera similar a las automáticas.
La legislación incluye fondos para reformar la escuela Marjory Stoneman Douglas y crear un monumento conmemorativo en honor de los fallecidos.
Los funcionarios estatales también obtendrán nuevos poderes para retirar armas de personas consideradas como un riesgo para ellos mismos o para otros.
Recurso del NRA
El gobernador Scott, miembro de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el polémico lobby que defiende el uso de las armas, aseguró a periodistas que no estaba satisfecho del todo con la legislación, aunque la calificó de "histórica" y aseguró que haría a las escuelas lugares más seguros.
En la tarde de este viernes la NRA anunció que presentó un recurso contra la nueva ley al considerar que viola los derechos constitucionales de los ciudadanos.
El apoyo de Scott a la ley sorprendió a muchos, puesto que el gobernador en los últimos años impidió que se aprobaran restricciones a la venta de armas en Florida.
Scott abogó por impedir que los médicos le preguntaran a los pacientes sobre sus armas y se opuso a controles de antecedentes más estrictos para la compra de armas.
La NRA le puso el pasado año la calificación A+, la más alta que otorga a los políticos que apoyan la venta de armas en Estados Unidos, y hace cuatro años, colocó miles de anuncios en Florida para ayudar a la reelección del gobernador.