San Antonio Alpanocan, Puebla, espera los recursos federales y estatales prometidos para reconstruirse
El sonido de palas que levantan grava y arena es lo único que se escucha en las calles y se cuela entre cientos de viviendas en construcción que, hace seis meses, no soportaron el sismo del 19S en el poblado de San Antonio Alpanocan, municipio de Tochimilco, Puebla, uno de las zonas más afectadas por el terremoto.
[contextly_sidebar id=”zoVM6Iwy5EsMgPG2K2PBwCyzCPVkp6C3″]Han pasado 180 días y el pueblo localizado en las faldas del volcán Popocatépetl levanta las viviendas que antes fueron de adobe y ahora serán de block y cemento.
Aunque el recurso del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) comenzó a fluir a principios de diciembre pasado, aseguró Juan España Milán, presidente auxiliar de San Antonio Alpanocan, en donde cerca del 90% de las viviendas tuvieron daños de parcial a pérdida total.
Feliciano, uno de los vecinos de la comunidad que tuvo daños graves en su vivienda, aseguró que los apoyos económicos para reconstruir sus casas, prometidos por las autoridades federales y estatales, no han llegado al 100 por ciento.
“Hace unos días vino gente de la Contraloría (del estado) y nos dijeron que si Sedatu (dependencia federal) soltaba el resto del dinero pues podría llegar a principios de abril, pero ya hablé a Sedatu y el número que teníamos ya no nos contestan”, dijo Feliciano, mientras esperaba sentado en la oficina del presidente auxiliar de Alpanoca para hablar con el funcionario sobre la situación de su vivienda.
Recuperación lenta
En San Antonio Alpanocan la recuperación del pueblo ha sido lenta. De acuerdo con el presidente auxiliar apenas una cuarta parte de las más de 500 viviendas afectadas han sido reparadas y están de pie.
San Antonio Alpanocan cuenta con más de 600 viviendas y casi tres mil pobladores, según cifras del INEGI. Del total de casas afectadas, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) censó 373 que recibirán apoyos para reconstruir. 120 mil pesos por pérdida total y 15 mil por daño parcial.
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Pascuala es una de las personas que todavía está en proceso de reconstrucción. De su vivienda, ubicada en la calle Ignacio Zaragoza, sólo quedó en pie el zaguán color verde. Hace seis meses todo era polvo y adobe desecho. Hoy ya tienen una barda perimetral que construyeron y levantaron por si solos: “mi marido tiene árboles de aguacate y yo vendo tortillas, con las despensas que nos trajeron personas voluntarias y el apoyo de mucha gente logramos ahorrar y levantar la barda. Ya nos llegó el apoyo de Fonden y con eso empezamos a construir unos cuartos, pero todavía nos falta echar la loza”.
Para esa comunidad el apoyo civil fue muy importante, organizaciones, universidad, personas solidarias e incluso vecinos de Morelos llegaron con ropa, despensas, cobijas y hasta material de construcción a empezar a levantar las viviendas. El gobierno llegó después, casi un mes después, según contaron pobladores a Animal Político.
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Lo que ya está de pie es la escuela primaria Ignacio Zaragoza, “tardaron como tres meses en arreglarla los del gobierno”. En esos tres meses los estudiantes tomaron clases en 16 casas de campaña que donó la Unicef y que se colocaron en un terreno baldío.
Tecuanipa, Santa Cruz…
A nivel estado, Tochimilco fue el quinto municipio con más viviendas dañadas con un total de 1418, superado por Izúcar de Matamoros con 3212, Chietla 2613, Chiautla 1979 y Atlixco con 1489.
Y en recorrido del municipio lo que se mira es lo mismo que en Alpanocan, casas que están en proceso de recuperación, material de construcción a la espera de ser utilizado y gente con palas de prepara mezcla, pega block o construye cimientos.
Pero, a diferencia de Alpanocan, en Tecuanipa, la segunda comunidad más dañada de ese municipio, la escuela primaria todavía no está funcionando. Los alumnos siguen tomando clases en las aulas móviles que el gobierno del estado colocó en el lugar.
Y en las calles los hombres palean grava, arena, cemento. El ruido metálico de la pala que raspa el suelo se escucha por todos lados. La recuperación en esas comunidades aún está en proceso.
