A seis meses de los sismos de septiembre, niñas y niños de Oaxaca, Puebla, Morelos, Estado de México y Ciudad de México continúan viviendo en espacios hacinados, y acudiendo a tomar clases en aulas temporales, debido a que sus casas y escuelas se derrumbaron, lo cual, de acuerdo con la organización Save The Children, genera riesgos sanitarios y no puede ser una condición bajo la que puedan prevalecer a largo plazo.
[contextly_sidebar id=”xEAxNapgWDcdhweuXR7kfjXe805Gq4K9″]En conferencia de prensa, Save The Children señaló que los datos oficiales presentan un escenario de recuperación “alarmantemente lento”, pues solo el 28.8% de las viviendas y 66% de las escuelas con daño total a nivel nacional han iniciado su reconstrucción, “lo cual no corresponde con las fechas compartidas por las autoridades”.
La organización también alertó por las denuncias de pobladores de comunidades en Oaxaca, donde existen casas que no fueron censadas tras los sismos, y por lo mismo no han recibido ningún apoyo por parte del gobierno, pues únicamente visitaron los municipios por los temblores del 7 y 19 de septiembre, y ya no por los del día 23 del mismo mes, y de febrero de 2018.
“A nivel local, en Juchitán de Zaragoza e Ixtaltepec, Oaxaca, se observan varias irregularidades, o familias que nunca recibieron la debida atención. Por ejemplo, en el Istmo, las familias afectadas por el sismo del 23 de septiembre no obtuvieron el censo de sus casas; hay casos de tarjetas con apoyo del gobierno clonadas y condicionamiento por parte de las autoridades para proporcionar ayuda”, denunció la ONG.
Además, la organización reportó que, en zonas afectadas por los sismos, principalmente en Oaxaca y Morelos, la mano de obra y los materiales de construcción se han encarecido, lo que ha llevado a familias a recurrir a recursos propios para construir, a lo más, un cuarto pequeño, pues es para lo único que les alcanza, aún con los apoyos del gobierno.
Esta situación es preocupante, mencionó Noé Rojas, coordinador del equipo de Save the Children en Juchitán, ya que “se acerca la temporada de lluvias y todavía muchas familias viven bajo lonas en los patios de lo que fue su casa. De seguir así tendremos una situación muy problemática en unas semanas”.
Sobre las condiciones en las que miles de niños y niñas acuden a la escuela tras los temblores, Save The Children reportó que han observador jornadas de clases reducidas, lo que hace difícil cubrir la curricula, además de que faltan instalaciones sanitarias mínimas.
María Josefina Menéndez, directora ejecutiva de Save the Children en México, refrendó el compromiso de la organización en materia de transparencia, por lo que informó que con los 47 millones 248 mil 892 pesos que recibieron a través de donativos, han realizado la instalación de 174 espacios amigables y seguros para niños y se han dado 2214 sesiones de apoyo psicoemocional.
También han colaborado para la instalación de 22 aulas escolares temporales y 24 sanitarios permanentes en espacios educativos, así como filtros de agua y más de 24 mil “kits de vivienda”, con ropa, calzado y despensa para los damnificados.
Save the Children llamó a otras organizaciones y dependencias públicas a transparentar el uso de los recursos recibidos a través de donaciones, y a que las autoridades de gobierno no descuiden a las personas que continúan en un estado de emergencia por los sismos, pues, señalaron, desde el comienzo del periodo electoral, descuidaron las medidas de apoyo a damnificados.
En los próximos seis meses, anunció la organización, continuarán trabajando en el proceso de regreso a clases en condiciones óptimas y en jornadas de clases que permitan a los niños completar el ciclo escolar, por lo que instalarán comedores y sanitarios en escuelas, capacitarán a profesores y contribuirán en la formulación de planes de prevención de emergencias.