¿Cuál es la conexión que existe entre la compra de una instalación nuclear, la protagonista de un programa de televisión que además viste a la primera ministra británica y la indagación que realiza el Buró Federal de Investigación (FBI) sobre la campaña del presidente estadounidense Donald Trump?
Una persona. El académico Joseph Mifsud, de la Academia Diplomática de Londres, originario de Malta, quien tiene contactos con miembros del ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido y exfuncionarios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), entre otros.
Fue él quien puso en contacto al equipo de Trump con los rusos.
Una investigación realizada por el programa Newsnight, de la BBC, acerca de Mifsud revela las conexiones del enigmático profesor y su círculo cercano.
Entre ellas se cuentan una persona muy cercana al Kremlin y un hombre llamado Stephan Roh, un empresario de dudosa reputación que compró una empresa de energía nuclear que, repentinamente, empezó a generar millones de dólares.
Mifsud dejó su trabajo en la Universidad de Malta en extrañas circunstancias en 2007 para aceptar la dirección de un nuevo centro educativo en Eslovenia.
De allí también se fue, en medio de acusaciones de fraude, por haber solicitado el reembolso de gastos por US$48.550.
Su siguiente parada fue la Academia Diplomática de Londres, en 2013. Fue un proyecto que fracasó y que de alguna manera estaba conectado con la Universidad de East Anglia, en Inglaterra, y posteriormente con la de Stirling, en Escocia.
En una conferencia se le presentó como el embajador Mifsud, pese a que si bien es cierto que durante seis meses trabajó con el ministro de Relaciones Exteriores de Malta, nunca fue un diplomático.
Se convirtió en el rey de los selfies en los circuitos diplomáticos. Apareció en fotografías acompañado de Boris Johnson, ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, y del embajador ruso en el Reino Unido.
También estuvo involucrado con una universidad privada en Roma que entre su personal incluía a dos exministros italianos de Relaciones Exteriores.
En Riad, la capital de Arabia Saudita, trabajó para un centro de investigación dirigido por el príncipe Turki al Faisal, quien estuvo a la cabeza del organismo de inteligencia saudita. Durante su tiempo ahí, invitó a un exfuncionario de la CIA a un seminario que dictó.
Mifsud estaba comprometido con una mujer en Ucrania, según la publicación Buzzfeed. Ella, sin embargo, dijo que no había sabido del profesor en meses. Pero hace dos meses dio a luz a su hija.
En abril del 2016, de cara a las elecciones presidenciales estadounidenses, el entonces asesor de Trump en política exterior, George Papadopoulus, dijo que Mifsud le contó que los rusos tenían información comprometedora sobre Hillary Clinton en miles de correos electrónicos, según documentos presentados ante un tribunal en Estados Unidos.
Esa información, que con descuido Papadopoulus compartió con un australiano en un bar londinense, llegó a funcionarios estadounidenses algunas semanas después, cuando correos electrónicos del Partido Demócrata en EE.UU. obtenidos ilegalmente se hicieron públicos.
El intercambio resultó tan preocupante para el FBI, según lo que trascendió, que el organismo decidió iniciar una investigación acerca de la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones de 2016 y la ayuda que el equipo a cargo de la campaña de Trump pudo haber proporcionado.
El año pasado Papadopoulus se declaró culpable al reconocer que le había mentido al FBI acerca de los contactos que había tenido con personas que aseguraban que podían ponerlo en contacto con el gobierno ruso.
Un antiguo colega de Mifsud lo describió como una persona astuta y maliciosa que forma parte de una "comunidad diplomática de tercera integrada por fanfarrones".
Así que quizás exageró su cercanía con el Kremlin para impresionar a Papadopoulus, pero una fuente comenta: "Está claro que Mifsud sabía algo antes de que los demás se enteraran. Y eso genera sospechas".
Se reportó que, en abril del 2016 y a través de un email, Mifsud puso en contacto a Papadopoulus con Ivan Timofeev, quien trabaja en un centro de investigación cercano al ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
Ese mismo mes, Mifsud estuvo en Moscú como parte de un panel en un evento organizado por el Club Valdai, que cuenta con el apoyo del Kremlin, junto a Timofeev y un tercer hombre, Stephan Roh, un multimillonario alemán.
Mifsud y Roh estrecharon lazos. En 2014 Roh se convirtió en profesor invitado en la Academia Diplomática de Londres, posteriormente compró la Universidad Link Campus, una institución privada en Roma en la que Mifsud trabajaba, y éste, a su vez, se convirtió en asesor del bufete de Roh.
El multimillonario alemán y su esposa de origen ruso, Olga, tienen residencias en Suiza, Mónaco, Londres y Hong Kong. También son propietarios de un castillo en Escocia. Tras su compra se convirtieron en el barón y la baronesa de Inchdrewer.
Olga era una de las protagonistas de un programa de la cadena estadounidense Fox llamado "Conoce a los rusos". En sus capítulos, y en medio de la riqueza extrema que ostenta, ronronea: "Mi familia siempre estuvo enfocada en los logros".
Olga tiene conexiones extraordinarias. Dirige una compañía de moda de lujo que se encuentra en Mayfair, un costoso vecindario londinense.
Entre sus clientes cuenta a la primera ministra británica, Theresa May. Hay una fotografía en la que se ve a la mandataria en un encuentro con la reina Isabel II utilizando un abrigo de Olga Roh.
En 2005 Roh compró la empresa Servicios Nucleares Severnvale, propiedad del científico nuclear británico John Harbottle, quien fue invitado posteriormente a una conferencia en Moscú con todos los gastos pagos.
Pero Harbottle estaba consciente de que quienes visitan Moscú puede verse envueltos en situaciones comprometedoras: "Olía a rata. Había algo sospechoso, así que decidí no ir al encuentro".
Poco después de ese incidente, lo despidieron.
Mientras Harbottle estuvo a cargo, las ganancias anuales de la instalación nuclear eran de aproximadamenteUS$50.000. Tres años después de que Roh asumió el control, el retorno era de US$43 millones al año.
La BBC contactó a Roh para pedirle que explicara cómo logró la transformación de la empresa. Pero declinó la oferta.
Mifsud también fue contactado, pero no respondió a la solicitud de Newsnight. Siempre ha negado, sin embargo, que sea un espía.
En alguna oportunidad, el periódico italiano La Repubblica entrevistó al misterioso profesor, y esta fue una de sus respuestas: "¡Agente secreto! Nunca he recibido nada de los rusos, tengo la conciencia tranquila".
La investigación del FBI con respecto a la colusión entre el equipo de Trump y Rusia continua, y mientras avanza, revela las preocupantes conexiones de personajes como Mifsud y Roh.