Para muchos que no son de Bolivia, resulta muy llamativo que ese país posea una importante Armada si no tiene una salida soberana al mar desde la Guerra del Pacífico que estalló en 1879.
Sin embargo, para las autoridades y los militares bolivianos no es tan extraño si se considera la cantidad de sistemas fluviales y lacustres existentes allí.
Además, el país insiste en que su cualidad marítima debe ser restituida después de perderla en aquel conflicto militar que convirtió en chilenas sus costas.
"Emplear el poder naval en la seguridad y defensa, administrar y proteger los intereses marítimos, fluviales, lacustres y la marina mercante", es la misión de la Armada Boliviana y está reconocida por la Constitución Política vigente desde 2009.
De hecho, el actual comandante de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) es un almirante, Yamil Borda Sosa, lo cual también llama la atención.
Borda es la máxima autoridad militar del país después del presidente Evo Morales y tiene bajo su mando a las tres fuerzas existentes: el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de Bolivia.
La primera Constitución boliviana aprobada en 1826, un año y medio después de la fundación de ese país, creó la Fuerza Naval y esa es, según Morales, una de las pruebas de que Bolivia nació con mar.
En sus primeros años, llegó a tener buques de guerra, cañoneros, bergantines y corbetas.
Sin embargo, la fuerza fue absorbida por el Ejército en las siguientes décadas y la flota fue desmantelada de a poco, al punto que la campaña boliviana en la Guerra del Pacífico se hizo esencialmente en tierra firme.
En las décadas posteriores, el país instaló un astillero y comenzó a lanzar embarcaciones en los ríos que posee, sobre todo en su zona amazónica, al norte del país.
Sin embargo, no fue sino hasta 1963 que se da origen a la Fuerza Fluvial y Lacustre como uno de los tres componentes de las FF.AA.
En 1966 fue rebautizada como Fuerza Naval y desde 1981 es la Armada Boliviana, para resaltar la aspiración marítima del país.
"El cambio de nombre se debe a que Bolivia quiere decir que se está preparando para recuperar el acceso soberano al mar", le explica a BBC Mundo Daniel Agramont, experto en política portuaria y procesos de integración.
El investigador añade que, por eso, es intención de la Armada Boliviana tener cada vez mayor participación en cuestiones marítimas como contar con presencia en los puertos por los que el país saca su mercadería.
Por su parte, Samuel Montaño, experto en asuntos militares, indica que se trata de "un mensaje". "Es una forma de decirle al mundo ‘hemos tenido mar y lo merecemos recuperar’", le dice a BBC Mundo.
El grado de almirante es, en términos militares, el de un general de la marina de guerra.
De hecho, la palabra deviene etimológicamente de dos voces árabes que significan "comandante del mar".
Por eso, en foros de defensa llama la atención que Bolivia tenga a un almirante (Yamil Borda) como máxima autoridad militar después del Capitán General de las FF.AA., que es el presidente.
"Eso les suena incongruente, pero en Bolivia para algunos eso es un sentido simbólico", afirma Montaño.
Esa "incongruencia" que señala Montaño no es compartida por los militares bolivianos, que reivindican el antecedente histórico de contar con una fuerza naval.
El propio almirante Borda destaca que su país contó con una Armada desde sus primeros años y que su posterior debilitamiento se debió a un error de visión en aquel entonces.
"Llevamos con honor este uniforme como miembros de la Armada Boliviana, institución que nació en 1826, casi junto con la República, que por la ambición, codicia y forma artera de ver la geopolítica nos han minando hasta hacernos desaparecer", afirma Borda en una entrevista con el periódico gubernamental Cambio, publicada hace un mes.
El Ejército, la Armada Boliviana y la Fuerza Aérea rotan anualmente el puesto de Comandante en Jefe de las FF.AA.
Las actividades que realiza y debería realizar esta fuerza militar son objeto de debate en Bolivia.
De hecho, sigue pendiente en la Asamblea Legislativa (Congreso) el tratamiento de una nueva ley de las FF.AA. que precisaría cuáles serían las funciones y atribuciones de la fuerza.
Mientras algunos sostienen que se debe potenciar la presencia en ríos y lagos, miembros del alto mando militar e incluso el presidente Morales sostienen que hay que aumentar su participación en los asuntos marítimos del país e incrementar su equipamiento.
"Consideramos, hermano presidente, que es tiempo de hacernos a la mar, navegar aguas profundas. En este sentido, a nombre de los miembros de la Armada, de los marineros, millares de reservistas y el sentimiento que nos une al mar le solicito la dotación de un buque escuela", afirmó Yamil Borda en el discurso por el 191 aniversario de esta fuerza militar, en noviembre del año pasado.
En aquel acto, en el que además se realizó una serie de ejercicios militares anfibios en el lago Titicaca, que Bolivia comparte con Perú, Morales indicó que "llegó la hora de armar a las Fuerzas Armadas".
"Hasta hace pensar en tratar de volver al cuartel para estar preparado para defender la Patria. Esta clase de ejercicios nos inspiran para acelerar el equipamiento de nuestras Fuerzas Armadas", afirmó el mandatario aquella vez.
Sin embargo, para Daniel Agramont esta visión debería complementarse con un mayor trabajo en los ríos y lagos existentes en Bolivia.
"Ellos tienen en su mente que van a manejar una flota naviera y eso incluye la preparación de la defensa ante un eventual conflicto", le dice el experto a BBC Mundo.
Agramont afirma que la Armada, "como el brazo del Estado" en los sistemas fluviales y lacustres, debería hacer cumplir toda la normativa vigente para lagos y ríos en materia de seguridad.
"Es para ejercer soberanía y control en el territorio boliviano. No se trata de solo temas de defensa, sino de ejercer de control y administración", indica.
Por su parte, Samuel Montaño apunta que la Armada debería "reconvertirse en una fuerza fluvial".
"Estamos bañados de muchos ríos en el oriente y la zona amazónica y no tenemos control", indica.
El experto en asuntos militares añade que se debería seguir el ejemplo de países como Colombia y Brasil, en los que sus fuerzas navales tienen participación en el resguardo de ríos y lagos en zonas donde existen conflictos armados o narcotráfico.
BBC Mundo le solicitó al ministro de Defensa de Bolivia, Javier Zavaleta, una declaración sobre las funciones de la Armada Boliviana, pero al momento de publicación de este artículo no obtuvo respuesta.
Pese a las observaciones, la Armada destaca que sí realiza actividades de control interno y que ha potenciado su presencia en las zonas donde Bolivia tiene ríos con cauce internacional y otras regiones dentro del área limítrofe.
De acuerdo con fuentes oficiales, la fuerza naval tiene bajo su control alrededor de 3.000 kilómetros de zona fronteriza con presencia de ríos, además del lago Titicaca, que es compartido con Perú.
También apuntan que colaboran con la entrega de los bonos sociales que distribuye el gobierno y apoyaron la demanda que Bolivia presentó contra Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Además, destacan que se realiza una permanente formación de sus recursos humanos en la industria naval, además de la construcción de sus propios navíos.
"La Armada Boliviana es moral y espiritualmente fuerte, estamos preparados para cualquier tipo de invasión", concluyó el almirante Borda a la hora de hacer un balance sobre el estado de salud de esta fuerza militar.