Un misterioso tren de color verde llegó el lunes en la noche a la estación central de Pekín, China.
Solo días después, cuando la formación regresó a su ciudad de origen, Pyongyang, se confirmó que en su interior había viajado el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. Fue su primer viaje al extranjero.
De la reunión que Kim mantuvo con las autoridades chinas se sabe poco, pero sí podemos aportar más datos sobre las características del tren que lo condujo a Pekín.
De él hablan varios reportes de la inteligencia surcoreana, hay testimonios de diplomáticos que han viajado en él y alguna imagen que ha difundido la agencia de comunicación estatal de Corea del Norte.
El tren que viajó a China esta semana tenía 21 vagones con ventanas tintadas y el sello característico que utilizan los vehículos blindados del régimen para certificar que están hechos a prueba de balas.
Según los mismos reportes, el gobierno de Pyongyang tiene a disposición de su líder hasta 90 vagones blindados. Esto los hace mucho más pesados que un carruaje normal y, por tanto, el ferrocarril es bastante más lento.
Se estima que la velocidad máxima que alcanza es 60 kilómetros por hora.
Información clasificada revelada por la prensa surcoreana habla de tres trenes que viajan a la vez en cualquiera de los viajes que hace el líder surcoreano.
Uno es un convoy de seguridad que va delante del principal, en el que va el líder, y un tercero en el que se trasladan los guardaespaldas y algunos suministros.
El tren de seguridad lleva hasta a un centenar de agentes a bordo que se encargan de inspeccionar las vías y las estaciones por las que pasa el ferrocarril. Así pueden detectar bombas y prevenir explosiones y otros tipos de amenazas.
Sobre el interior es más difícil tener información fidedigna, pero sí se pueden describir las escasas imágenes difundidas por la televisión norcoreana, las cuales muestran salas de reuniones, televisores de pantalla plana y computadoras portátiles.
También hay testimonios de personas que han estado dentro.
El oficial ruso Konstantin Pulikovsky, que realizó un viaje a través de Rusia con Kim Jong-il en 2011 a bordo del tren, dijo que las opciones para comer eran infinitas.
Recuerda que pudo legir cualquier cualquier plato de la cocina rusa, china, coreana, japonesa o francesa y que había una gran variedad de vinos traídos directamente desde París.
Kim Jong-il, padre del actual líder, llegó a decir que en su interior podía degustarse desde una langosta fresca y hasta las más variadas exquisiteces de cualquier parte del mundo.
Mientras la mayoría de los líderes mundiales hacen su visitas oficiales en aviones privados, como por ejemplo ocurre con el presidente de Estados Unidos a bordo del Air Force One, Kim Jon-il utilizó un medio mucho menos convencional para tales fines.
Las razones exactas se desconocen, pero los líderes de Corea del Norte han usado el ferrocarril para sus viajes de forma tradicional.
Según afirma el diario estadounidense The New York Times, Kim Jong-il tenía miedo a volar y por eso realizaba sus escasas visitas oficiales en un tren muy similar al recién utilizado por su hijo.
También el abuelo de Kim Jong-un y fundador del país, Kim Il-sung, se valía del ferrocarril para desplazarse fuera y dentro del país.
De acuerdo con The New York Times, el vagón central en el que se mantenían las reuniones se encuentra en el mausoleo donde descansan los restos de Kim Jon-il, en el Palacio del Sol de Kumsusan, en Pyongyang.
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