Un apretón de manos con sonrisa incluida.
Así se vio al líder norcoreano Kim Jong-un durante una inusual y significativa cena en la que recibió el martes en su país a una delegación de Corea del Sur.
Durante la cita dijo querer "avanzar vigorosamente" para estrechar los lazos con Corea del Sur, de acuerdo a la prensa estatal de Pyongyang.
Son los primeros funcionarios de Seúl que se reúnen con Kim desde que asumió el poder en diciembre de 2011 tras la muerte de su padre, Kim Jong-il.
El encuentro hace parte de una serie de acciones con miras a acercar a las Coreas que surgió en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebraron en el Sur en febrero.
Seúl comentó brevemente sobre la cena, al decir que ambas partes alcanzaron un "acuerdo satisfactorio" sobre mantener diálogos en el futuro.
La delegación tiene programado visitar Washington más adelante en la semana para informar al gobierno de Estados Unidos sobre las conversaciones con el Norte.
EE.UU. dijo que es "cautelosamente optimista" sobre una posible mejora en las relaciones en la península, pero descartó iniciar conversaciones formales con Pyongyang a menos de que se deshagan de sus armas nucleares.
Durante los Juegos Olímpicos, Washington sostuvo que, sin un compromiso antinuclear, los gestos de acercamiento hechos por Corea del Norte tendrían poca relevancia.
Kim Jong-un se ha reunido con muy pocos funcionarios extranjeros desde que asumió el liderazgo de su país y la última vez que enviados del Sur visitaron Pyongyang fue en 2007.
De modo que es significativa la panorámica de una delegación del Sur sonriente y compartiendo la cena con el líder norcoreano.
Entre los enviados de Seúl estaban el jefe de inteligencia Suh Hoon y el asesor de Seguridad Nacional Chung Eui-yong.
Su presencia tenía el objetivo de capitalizar las reducidas tensiones luego de los Juegos Olímpicos, donde las Coreas desfilaron con una misma bandera.
El anhelo es que, en el futuro, unas negociaciones formales rompan con el alejamiento diplomático entre Estados Unidos y Corea del Norte y persuadan a este último de abandonar sus armas nucleares, algo a lo que se ha resistido pese a que cada vez recibe más sanciones.
La agencia de noticias estatal norcoreana, KCNA, informó que Kim les había dado "una cálida bienvenida" a los delegados y que habían mantenido una "conversación franca".
Los representantes surcoreanos le entregaron una carta de su presidente, Moon Jae-in, en la que este invitaba a Kim a continuar las reuniones.
El líder norcoreano "intercambió puntos de vista y llegó a un acuerdo satisfactorio" respecto al contenido de la misiva y dio órdenes para que fuera respondida, según informó KCNA.
En la cena, que se alargó cuatro horas, también participaron la esposa de Kim, Ri Sol-ju, quien rara vez aparece en eventos oficiales, y la hermana del líder, Kim Yo-jong, que ejerció de representante de Corea del Norte en los últimos Juegos Olímpicos de Invierno.
Lo más probable es que Corea del Sur no se pronuncie sobre esta cita aparentemente amistosa hasta que su delegación regrese a Seúl.
Fuentes oficiales recalcaron que estas conversaciones sólo son preliminares, pero los partidos políticos han "medio compartido" sus opiniones sobre ciertos asuntos.
Ante la pregunta de si el tema del desarme nuclear se había tocado en la reunión, un miembro de la administración de Moon respondió: "Supongo que sí", según publicó la agencia de noticias Yonhap.
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