El sexenio del presidente Enrique Peña quedó marcado por violaciones graves a los derechos humanos, advirtió el ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, este miércoles; en tanto, el mandatario mexicano dijo que, aunque falta camino por delante, México avanza en la dirección correcta.
[contextly_sidebar id=”PZsycr4vOljj3TIxl4mYoPx9UU61TCnN”]Durante la presentación del Informe 2017 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el ombudsman destacó a Chalchihuapan, Iguala, Tanhuato, Apatzingán, Tlatlaya y Nochixtlán, como los casos “más representativos que marcaron el sexenio 2012-2018”.
Frente al presidente Enrique Peña Nieto, el titular de la CNDH recriminó las violaciones a derechos humanos cometidas por dependencias encargadas de la seguridad nacional, así como la debilidad institucional del país.
El ombudsman, de acuerdo con un reporte de Milenio, refirió que en 2017 se registró un aumento de 117 % en las recomendaciones por violaciones a derechos humanos, emitidas a la Procuraduría General de la República (PGR) y a la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
En su discurso, González Pérez lamentó que durante esta administración “México no ha experimentado un cambio significativo y objetivo hacia un mayor respeto a los derechos humanos, tampoco se ha logrado fortalecer nuestro entorno democrático de Derecho ni se ha logrado modificar positivamente el entorno que, cuando inició su mandato, ya enfrentaban millones de mexicanos: inseguridad y violencia, impunidad y corrupción, desigualdad y pobreza”.
En 2017, la CNDH emitió 97 recomendaciones, cinco recomendaciones por violaciones graves, ocho recomendaciones del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y tres recomendaciones generales.
El titular de la CNDH dijo en el acto que “nuestro país requiere seguridad, pero no a cualquier costo, no a cualquier medio”, de acuerdo con el reporte del diario Reforma.
El ombudsman también señaló que “sin respeto a estos derechos (humanos), las medidas de seguridad que se adopten no podrán ser aceptadas y serán estas como una imposición autoritaria”.
Finalmente, recordó que el presidente declaró anteriormente que sería ingenuo y negligente pretender que el Estado renunciara al uso de la fuerza, el cual es un recurso legítimo y afirmó que “es cierto… tanto como que los derechos han demostrado también que es un error suponer que solo el uso de la fuerza, por legítimo que éste sea, deba ser la única respuesta del Estado ante la violencia y la inseguridad”.
En el mismo evento, el presidente Enrique Peña dijo que desde el inicio de su administración el gobierno de la República ha demostrado su absoluta disposición para recibir, aceptar y dar cumplimiento a las recomendaciones que ha realizado la CNDH.
De acuerdo con el presidente, en la agenda de derechos humanos del país, la sociedad civil juega un papel fundamental, pues son voces ciudadanas que señalan áreas de oportunidad, denuncian abusos o generan propuestas de políticas públicas, “aunque en ocasiones haya diferencias y opiniones distintas”.
“Un gobierno que respeta, escucha y trabaja con la sociedad civil, es un gobierno que comprende que la verdadera democracia se construye mediante un diálogo permanente con los ciudadanos”, agregó.
Peña destacó que, en las últimas décadas, la importancia de los derechos humanos ha cobrado fuerza en la conciencia diaria de la nación, y aunque reconoció que hay pendientes en la materia, dijo estar “convencido de que avanzamos en la dirección correcta”.
El presidente expuso que durante su administración, la protección y defensa de los derechos humanos se ha sustentado en tres pilares, la construcción de un marco legal adecuado, el desarrollo de instituciones sólidas que aseguren su cumplimiento, y la promoción de su plena observancia en todos los ámbitos.