Han pasado seis meses desde el 19 de septiembre que le cambió la vida al pueblo de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, cuando cientos de casas se derrumbaron y otras más quedaron dañadas, por lo que sus propietarios no pudieron volver.
Actualmente, algunas casas están deshabitadas, sostenidas con polines; otras más están en proceso de ser derrumbadas y, en algunos casos, sólo se observan terrenos baldíos con mantas colgadas que informan a los transeúntes que el gobierno de la Ciudad de México y la asociación civil 19 de septiembre Xochimilco trabajan en la demolición de esa vivienda.
Otro problema es que las nuevas casas se están construyendo igual de defectuosas que las derrumbadas, sin refuerzos.
Irving, vecino de San Gregorio y quien ha participado en las asambleas de la asociación civil ‘19 de septiembre Xochimilco’, explica que la delegación estuvo apoyando a los damnificados con materiales, y que a través de la Fundación Carlos Slim recibieron apoyo para la reconstrucción de las casas; sin embargo, se han entregado pocas terminadas, y la ayuda con mano de obra termina este lunes, seis meses después del sismo.
En los días siguientes del temblor, Irving buscó apoyo del gobierno a través de la asociación ‘19 de septiembre Xochimilco’, pero se encontró con varios problemas.
Primero por falta de un dictamen a su vivienda, y posteriormente porque cuando entregó los documentos que lo acreditaban como propietario “ya se había pasado el tiempo”, le prometieron que lo integrarían en una segunda ronda de asignación de recursos para damnificados.
Ahora, está convencido de que esa ayuda no llegará, porque el apoyo, incluso de organizaciones sociales y ciudadanos, se ha esfumado, lo que lo deja en la misma situación que otros pobladores de San Gregorio, “que tenemos que salir adelante rascándonos con nuestras propias uñas”.
David, vecino de San Gregorio en cuya vivienda se derrumbaron las bardas perimetrales, cuenta que él, al igual que otros habitantes del pueblo, pudo comenzar con la reconstrucción de su casa gracias al apoyo que recibió del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), aunque otros, quienes no recibieron recursos del gobierno, o recibieron tarjetas sin dinero, continúan batallando por conseguir créditos para volver a echar en pie sus construcciones.
“La gente está muy molesta, porque realmente el apoyo del gobierno nunca se dio; lo que se llevó a cabo fue gracias a la gente que vino de otro lado a ayudarnos. Ahorita lo único que está haciendo la delegación es llevarse el cascajo de las calles, para que no estorbe, pero si eso no estorbara, yo creo que de plano ya a nada vendrían”, cuenta.
De acuerdo con David, la mayoría de las personas cuyas viviendas sufrieron daños mayores, o quedaron derrumbadas, continúan “batallando, trabajando y endeudándose con pequeños apoyos del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (INVI)”.
Alejandro Martínez, arquitecto voluntario que participa en la reconstrucción de San Gregorio, comenta que el mayor problema que está presentándose en el pueblo es que no hay un censo oficial de daños, y que las viviendas que se derrumbaron porque estaban mal construidas están construyéndose nuevamente sin refuerzos, por lo que, ante un nuevo movimiento, podrían volver a dañarse.
“En cuanto fue el sismo yo hice recorridos por varias casas para ayudarlos a apuntalar; en la mayoría de las construcciones no habían castillos, eran muros de puro tabique con las losas sobrepuestas, y eso no fue un método correcto, de hecho, fue lo que provocó que se derrumbaran con tanta facilidad”, explica.
Sin embargo, las casas que se están construyendo con recursos de los propietarios están haciéndose con mano de obra no calificada, “y eso es lo que hace que se caigan”.
De acuerdo con el arquitecto, la mayoría de las viviendas reconstruidas sin asesoría están realizándose también sin permisos de la delegación, por lo que no se sabe si son construcciones adecuadas para el uso de suelo, o si se están realizando con los cimientos propios del tipo de obra, “y así, en caso de un temblor, volvería a pasar lo mismo”.
Hasta la fecha, se desconoce la cifra oficial de casas que se derrumbaron y de las que quedaron dañadas en la delegación Xochimilco; algunas construcciones, visiblemente dañadas y habitadas, nunca fueron visitadas por autoridades para elaborar un dictamen de su estado.
Utilizamos cookies propias y de terceros para personalizar y mejorar el uso y la experiencia de nuestros usuarios en nuestro sitio web.