Dos sacerdotes murieron al sufrir un ataque con disparos en la carretera Taxco-Iguala, Guerrero, la madrugada de este lunes.
[contextly_sidebar id=”AISVMgnl4jP7onpOT794aY7zAjXUF6Fs”]Los sacerdotes fallecidos son Iván Añorve Jaimes, párroco de La Sagrada Familia, en Las Vigas, municipio de San Marcos, y Germaín Muñoz García, párroco de San Cristóbal en Mezcala, Guerrero.
La Arquidiócesis de Acapulco y la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa confirmaron los asesinatos. Las autoridades no han informado hasta la tarde de este lunes sobre alguna detención por estos hechos.
“Como Iglesia estamos consternados ante este trágico suceso que enluta a toda la comunidad”, indicó la Arquidiócesis de Acapulco, en un comunicado.
“Pedimos a las autoridades que una vez conocida la verdad, se actúe en justicia”, agregó.
En su comunicado, las autoridades de Guerrero detallaron que, además de los sacerdotes asesinados, otras cuatro personas quedaron heridas, una de ellas de gravedad.
“Por estos hechos, la Fiscalía General del Estado integró una carpeta de investigación por el delito de homicidio y recabó los testimonios de las víctimas, quienes señalaron que antes de la agresión habían acudido a la comunidad de Juliantla”, indicó el gobierno de Guerrero.
“Al momento de retornar a sus lugares de origen, en la carretera federal Taxco-Iguala, a la altura de una gasera, repentinamente un vehículo, les cerró el paso y de forma inmediata les comenzaron a disparar, dándose a la fuga con rumbo desconocido”, agregó.
El diario Reforma también señaló que el grupo de personas, incluyendo a los sacerdotes, procedía de la comunidad de Juliantla, municipio de Taxco. Habían acudido ahí para una fiesta por el Día de La Candelaria.
En julio de 2017, se informó sobre el caso del párroco Luis López, que fue asesinado dentro de una iglesia del municipio de Los Reyes La Paz, en el Estado de México.
En enero de ese año, autoridades reportaron el hallazgo del cuerpo de Joaquín Hernández Sifuentes, sacerdote en Saltillo, Coahuila.
Antes, en septiembre de 2016, autoridades del estado de Michoacán y la Arquidiócesis de Morelia informaron sobre el hallazgo del cadáver del sacerdote José Alfredo López, quien había sido reportado como desaparecido días antes.
El mismo mes, en el estado de Veracruz, fueron encontrados los cuerpos de los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez y José Alfredo Juárez, que habían sido secuestrados en el municipio de Poza Rica.