A veces nos gustaría tener la frase indicada en el momento preciso. Y qué mejor si es una rara vez usada.
El físico teórico Jim al Khalili preparó para los lectores de la BBC una serie de expresiones que puedes adoptar para introducir en tu repertorio derivadas de ideas científicas… ¡ojalá te sean útiles!
La segunda ley establece que la cantidad de desorden en un sistema siempre aumentará: no se pueden "desbarajar" los naipes ni "desrevolver" la leche del café.
Las curvas cerradas de tiempo son la forma correcta de definir un ciclo a través del espacio-tiempo que te lleva de vuelta al punto de partida: viaje en el tiempo hacia el pasado.
La entropía es la cantidad de desorden en un sistema. Pero, si está relacionado con la cantidad de información en un mensaje, entonces se llama entropía de Shannon, y mide la incertidumbre de una fuente de información.
La zona de una estrella conocida como Goldilocks o "ricitos de oro" es el lugar donde las condiciones son "adecuadas" para la habitabilidad, como el plato de avena del oso bebé en el cuento de hadas "Ricitos de oro".
El principio antrópico establece que la razón por la cual nuestro universo está tan finamente sintonizado como para que sea justo lo que nosotros necesitamos para vivir es porque si no fuera así, no estaríamos aquí para hacer la pregunta en primer lugar.
En la década de 1920, los físicos de Copenhague, dirigidos por Niels Bohr, argumentaron que la mecánica cuántica es solamente acerca de lo que podemos decir sobre la realidad (epistemología) en lugar de describir la realidad misma (ontología).
Es un argumento filosófico que todavía late… en algunos sectores.
Esta cita de Niels Bohr enfatiza que la teoría cuántica es desconcertante y, si no te parece que lo es, no sabes lo suficiente al respecto.
El entrelazamiento cuántico establece que dos partículas distantes pueden estar en comunicación instantánea.
Pero Einstein demostró que eso implicaría una comunicación más rápida que la luz, que viola algo llamado causalidad, es decir, cuando un efecto viene antes que su causa, lo cual es lógicamente imposible.
No obstante, la falta de claridad y la imprevisibilidad del mundo cuántico significa que no tenemos que preocuparnos por esto.
Einstein odiaba la imprevisibilidad del mundo microscópico descrito por la mecánica cuántica.
Sin embargo, los físicos cuánticos han demostrado que estaba equivocado y que, de hecho, es aún más extraño de lo que podría haber imaginado.