En 2005, el periodista Alfredo Jiménez Mota desapareció en Sonora. Más de una década después Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada fue asesinada en Chihuahua. Una familia liga ambos casos: los Salazar.
[contextly_sidebar id=”uqZuX0GuvjN9oGKur8sV6UF2KKyPs8aU”]Ambos comunicadores revelaron los nexos entre el cártel de Sinaloa y el grupo delictivo de los Salazar y autoridades policiacas.
Alfredo Jiménez lo hizo en diferentes reportajes publicados en El Imparcial de Sonora.
Antes de su desaparición Jiménez investigaba presuntos nexos de la familia Salazar y los hermanos Beltrán Leyva (en ese entonces socios de Joaquín Guzmán Loera), con políticos del PRI en el norteño estado de Sonora.
Desde 2005, la Procuraduría de Justicia de Sonora mantiene abierta una línea de investigación contra los “Salazar” la desaparición del reportero.
El 23 de marzo de 2017, Miroslava fue asesinada en Chihuahua. La colaboradora de La Jornada y columnista del Norte de Juárez denunció en un reportaje que los Salazar eran responsables de la violencia que se vive en la zona serrana de Chihuahua, y de colocar a candidatos priistas en las elecciones locales de 2016.
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua investiga a un lugarteniente de los Salazar como principal responsable del asesinato de Miroslava Breach.
Los Salazar son un grupo que opera desde la década de los 90 en Sonora, pero sus integrantes son originarios del municipio de Chínipas, Chihuahua. El líder fundador es Adán Salazar Zamorano, narcotraficante que por poco más de dos décadas, y hasta su detención en 2011, fungió como el principal productor y distribuidor de mariguana en la región del Valle del Mayo, con centro de operación en la ciudad de Navojoa.
Entre sus más cercanos colabores se encontraban sus hijos Jesús Alfredo Salazar Ramírez, detenido en 2012, y Adán Salazar, asesinado en 2016.
Actualmente el grupo es liderado por Crispín Salazar Zamorano, hermano de Adán (actualmente preso), principal operador del cártel de Sinaloa en la franja de Sonora y Chihuahua, frontera con Arizona, Estados Unidos. Uno de los corredores de la droga identificado por las autoridades mexicanas y norteamericanas.
Desde 2007, el cártel de Sinaloa (con el apoyo de los Salazar) le ha disputado al cártel de Juárez las rutas de trasiego y las zonas productoras de droga en Chihuahua. En la actualidad, existen células armadas vinculadas a la organización de Juárez que mantienen sus propios territorios, en tanto los sinaloenses operan otros.
Las pugnas se han recrudecido en los municipios de la sierra de Chihuahua, colindantes con Sonora, zona de influencia de los Salazar.
José Alfredo Jiménez Mota investigaba los nexos del cártel de Sinaloa y autoridades locales de Sonora cuando desapareció el 2 de abril de 2005.
En sus reportajes, atribuidos a informes oficiales de la Secretaría de Gobernación, el reportero habló de los capos que operaban en la región, entre ellos Enrique Parra, asesinado en noviembre de 2005; David Garzón Anguiano, alías “El Estudiante”, y la banda de los Salazar.
En el caso de los Salazar, el periodista, de 25 años de edad, publicó que “la presencia de (Adán) Salazar Zamorano en Navojoa, data de los primeros años de la década de los 90, procedente del estado de Chihuahua. La intención de sentar aquí su centro de operación encontró oposición de la familia Enríquez Rosas, hasta ese momento considerado el principal grupo criminal en la localidad. El enfrentamiento entre ambas familias tuvo como clímax los años de 1997, 98 y 99 cuando se registraron siete homicidios con características de ajusticiamiento… en ningún caso fue comprobada su responsabilidad o la de alguno de sus colaboradores”.
La Procuraduría de Justicia de Sonora abrió una línea de investigación contra los Salazar, además de los demás narcotraficantes y autoridades señalados en las investigaciones del reportero sonorense.
De acuerdo con excompañeros de Alfredo y los informes que éste investigaba, retomado por medios como el Semanario Zeta y periódico El Mañana, el reportero se encontraba tras la pista de políticos priistas sonorenses involucrados con la banda de los Salazar y sus socios.
Más de una década después, el 4 de marzo de 2016, Miroslava Breach publicó un reportaje que reveló como dos grupos del narcotráfico antagónicos -uno de ellos los Salazar – habían impuesto candidatos a ediles en la zona serrana de Chihuahua.
La periodista reveló que en el municipio de Bachíniva, el PRI postularía a la suegra del capo Arturo Quintana Quintana, líder de “La Línea” o “Nuevo cártel de Juárez”, en tanto en Chínipas competiría por el PRI Juan Salazar Ochoa, sobrino del líder de la banda de los Salazar. Grupos del narco antagónicos en la región.
En los meses siguientes a la publicación del reportaje, Miroslava siguió informando de las actividades delictivas y los métodos de violencia ejercidos por esos grupos del narcotráfico en la sierra de Chihuahua.
El 6 de agosto de 2016, la periodista informó que el asesinato y desplazamiento forzado de decenas de familias ocurrido en el municipio de Chínipas, era responsabilidad de los Salazar, quienes desde finales de 2012 emprendieron “una limpia de presuntos enemigos en la región que tiene bajo su control, desde los pueblos de San Rafael, Bachichivo, Guazaparez, Temoris, la cabecera municipal de Chínipas y los poblados de Milpillas, La Lobera, Las Chinacas y El Huicochi, en la zona límitrofe con Álamos, Sonora”.
El pasado 28 de diciembre de 2017, durante la audiencia contra Juan Carlos Moreno Ochoa, alias “El Larry”, integrante de los Salazar y presunto autor intelectual del asesinato de la periodista Miroslava Breach, se dieron a conocer dos llamadas telefónicas donde se escucha que la periodista recibió supuestas amenazas de autoridades locales por el reportaje de los candidatos impuestos por el narco, durante las elecciones locales de 2016.
“El Larry” es uno de los principales lugartenientes de los Salazar. Fue capturado el pasado 26 de diciembre en Sonora y puesto a disposición de la FGE de Chihuahua. Su detención se dio una semana después de que en paraje de Álamos, Sonora, se encontrara el cuerpo sin vida de Ramón Andrés Zavala Corral, señalado por la FGE de Chihuahua como autor material del homicidio de Miroslava.
La FGE tiene identificado a un tercer implicado en el crimen. Se trata de Wilbert Jasiel Vega Villa, quien aparentemente conducía el vehículo donde huyó el asesino de la periodista de 54 años.
Además, la Fiscalía cuenta con videos que señalan que un sobrino de Crispín Salazar condujo el vehículo en el que viajó el tirador que asesinó a la periodista. De esta persona no han dado a conocer su identidad.
Muerto Ramón Andrés, prófugos Wilbert Jasiel y un sobrino de los Salazar, la Fiscalía de Chihuahua centró el caso en “El Larry”, el único detenido hasta el momento por la muerte de la periodista.
De acuerdo con las grabaciones presentadas por la FGE al Juez de Control que ordenó iniciar un juicio al Larry, Miroslava recibió una llamada del exalcalde de Chínipas, el panista Hugo Shultz, quien le pedía revelar las fuentes de su reportaje sobre candidatos vinculados al narco y le advertía que “ya no podía pisar la sierra” por indicación de ‘El 80’, líder de un grupo criminal antagónico a los Salazar.
Para la propia FGE de Chihuahua, la hipótesis de que el autor del crimen es Arturo Quintana Quintana, “El 80”, podría tratarse de un distractor de los Salazar.
El 12 de octubre de 2017, el Heraldo de Chihuahua publicó información atribuida a la FGE en la que revelaba que “originalmente los integrantes de Los Salazar intentaron desviar la atención y adjudicar el crimen a Arturo Quintana Quintana, El 80, jefe del grupo criminal Nuevo cártel de Juárez. Lo hicieron con una cartulina el día del homicidio (de Miroslava), luego con una manta y otra cartulina colocada junto al cuerpo de Gabriel Ochoa Cárdenas, asesinado hace cuatro meses”.
Ya para ese entonces la FGE contaba con las grabaciones del alcalde panista, encontradas en una computadora decomisada en un operativo donde se localizó uno de los vehículos utilizado para cometer el crimen. Esto ocurrió a los pocos días del asesinato de la periodista.
Una de las hipótesis que ha manejado la FGE sobre los posibles responsables del crimen de la periodista, es que su ejecución la ordenaron directamente los hermanos Adán y Crispín Salazar Zamorano, por los constantes señalamientos hechos en sus reportajes.
Otra de las hipótesis es que “El Larry” ideó el ataque para complacer a sus jefes. En especial a Adán Salazar, pues coincidentemente el asesinato de la periodista ocurrió el mismo día que cumplía años el narcotraficante.
Una tercer hipótesis es que el asesinato lo ordenó Arturo Quintana, “El 80”, grupo antagónico de los Salazar. Aunque la propia FGE ha dejado ver que esta línea es un distractor de los Salazar para tratar de incriminar a uno de sus enemigos. Aun así, el pasado 27 de diciembre la Fiscalía anunció la detención del director de Seguridad Pública Municipal de Namiquipa, y dos policías municipales, como “miembros de una red de protección” para “El 80”.
La tercera hipótesis, sin embargo, perdió fuerza luego que el pasado 29 de diciembre, en el marco de la audiencia inicial contra Larry, la propia FGE informara que no existían datos que acreditaran que el exalcalde panista de Chínipas, Hugo Shultlz y Alfredo Piñera Guevara, vocero estatal del PAN participaran en la planeación o ejecución del homicidio de la periodista Miroslava Breach.