Olivio Rodrigues Júnior, experto en lavar dinero de Odebrecht para financiar campañas electorales, fue el responsable de transferir 3.1 millones de dólares entre abril y junio de 2012 a una cuenta ligada a Emilio Lozoya, coordinador de vinculación internacional del entonces candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña Nieto.
[contextly_sidebar id=”P1RMMRlGclMketCvRZOlYoahcK835B9G”]El mismo personaje transfirió otros 951 mil dólares a una segunda empresa -también ligada a Lozoya- en tres depósitos realizados en noviembre de 2012, días antes de que Peña Nieto asumiera la Presidencia de México.
Además, en años anteriores, que coincidieron también con comicios locales y federales, dos empresas offshore de Olivio habían transferido otros seis millones de dólares a una compañía fachada en Veracruz.
En las órdenes de depósito realizadas en bancos de Suiza y Liechtenstein –reveladas por la organización El Quinto Elemento- aparece el código “Gigolino” como el personaje responsable de ordenar los pagos a las empresas offshore Zecapan SA y Latin America Asia Capital Holding Ltd., que han sido vinculadas por ex directivos de Odebrecht con Lozoya.
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) tuvo acceso a un expediente del Ministerio Público Federal de Brasil, en el que se revela que el código “Gigolino” corresponde a Olivio Rodrigues Júnior, el principal operador de Odebrecht en el extranjero, responsable de lavar dinero y transferir sobornos a políticos de toda Latinoamérica a través de 20 empresas offshore o ‘de papel’, afincadas en paraísos fiscales. Una de sus tareas era destinar fondos para fines electorales.
El caso más emblemático en el que estuvo involucrado fueron las transferencias millonarias al publicista Joao Santana, conocido como el “Creador de Presidentes”, quien encabezó con éxito las campañas de seis mandatarios en Brasil, Venezuela, El Salvador, República Dominicana y Panamá.
Joao Santana y su esposa Mónica Moura recibían los depósitos ilegales de Odebrecht a través de empresas offshore que controlaba Gigolino para encubrir así que el dinero era en pago a asesoría electoral.
Mediante este esquema de transferencias encubiertas fueron financiadas por Odebrecht entre 2006 y 2015 las campañas presidenciales de Lula y Dilma Rousseff en Brasil, Mauricio Funes en El Salvador, Hugo Chávez en Venezuela y Domingo Arias en Panamá, según consta en expedientes judiciales consultados para esta investigación.
Gigolino fue condenado el 26 de junio de este año en Brasil por lavado de dinero. En la sentencia el juez Sergio Moro detalló que Gigolino y/o Olivio Rodrigues utilizaba la estructura offshore para ocultar financiamiento electoral, en concreto en el caso de corrupción de la petrolera brasileña Petrobras.
“El lavado encubrió la utilización del producto de corrupción para remuneración de servicios electorales, con afectación de la integridad del proceso político democrático, lo que considero especialmente reprochable”, anotó Moro en la sentencia, de la cual Mexicanos Contra la Corrupción tiene copia.
“Tal vez sea ésta, más que el enriquecimiento ilícito de los agentes públicos, el elemento más reprobable del esquema criminal de Petrobras, la contaminación de la esfera política por la influencia del crimen, con perjuicios al proceso político democrático. El lavado de alta cantidad de dinero, con grado de sofisticación, y teniendo como consecuencia la afectación del proceso político democrático merece reprobación especial”.
Klienfeld, una de las empresas offshore que controlaba Gigolino desde la isla de Antigua, transfirió 3 millones de dólares entre 2012 y 2013 a Joao Santana, el publicista de presidentes en al menos cinco países.