Cada año, ofrece a miles de personas procedentes de todos los rincones del mundo la oportunidad de residir de forma permanente en Estados Unidos. Sus requisitos son pocos. Y no cuesta nada.
Pero ahora el presidente Donald Trump le quiere poner fin.
Su nombre formal es Programa de Visas de Diversidad de Inmigrantes, pero popularmente se le conoce simplemente como “la lotería de visas”.
Y es que justo de eso se trata.
Anualmente el Departamento de Estado estadounidense realiza un sorteo aleatorio computarizado para escoger a 50,000 personas que tendrán la oportunidad de recibir un permiso de residencia permanente en el país, mejor conocido como la green card (tarjeta verde).
El ganarse esta lotería no implica tener asegurado el permiso de residencia sino tener el derecho a solicitar la visa de diversidad.
Quienes resultan escogidos inician entonces un proceso para demostrar que son elegibles para emigrar a Estados Unidos, lo que incluye pasar por una entrevista personal similar a la que deben enfrentar el resto de las personas que desean vivir en ese país.
En caso de resultar elegible y de recibir la green card, este beneficio también se extiende al cónyuge y a los hijos solteros menores de 21 años.
La lotería de visas está abierta a los ciudadanos de todos los países del mundo, con excepción de los procedentes de aquellos estados que en los últimos cinco años hayan sumado más de 50,000 emigrantes a Estados Unidos.
En la actualidad, esa restricción deja fuera a los ciudadanos de 18 naciones, 7 de ellas latinoamericanas.
Estas son: Bangladesh, Brasil, Canadá, China (continental), Colombia, República Dominicana, El Salvador, Haití, India, Jamaica, México, Nigeria, Pakistán, Perú, Filipinas, Corea del Sur, Vietnam y Reino Unido (excepto Irlanda del Norte) y sus territorios dependientes.
Más allá de esta limitación, los solicitantes de las visas de diversidad deben cumplir con uno de los dos requisitos siguientes:
De acuerdo con las cifras más recientes del Departamento de Estado, correspondientes a 2015, los países latinoamericanos más favorecidos fueron: Venezuela, con 1,556 visas; Cuba, con 1.480 visas; y Honduras, con 165 visas.
Sin embargo, de acuerdo con un estudio del Centro de Investigaciones Pew, de todos los solicitantes del mundo hasta ahora quienes han tenido mayores probabilidades de entrar a Estados Unidos gracias a este sistema son los procedentes del África Subsahariana.
Pero, ¿y por qué Trump quiere eliminar esta lotería?
Este miércoles, el presidente estadounidense publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en el que afirmaba que Sayfullo Saipov, el ciudadano procedente de Uzbekistán que es considerado el acusado de haber causado la muerte de al menos 8 personas en un atropellamiento en Manhattan, había ingresado a EU gracias a una de estas visas.
“El terrorista vino a nuestro país a través de lo que se llama Programa de Visas de Diversidad, una belleza de Chuck Schumer. Yo quiero que se base en méritos”, tuiteó Trump.
El mandatario hacía así referencia al senador demócrata por Nueva York Chuck Schumer, quien jugó un papel clave en la elaboración de la ley que creó la lotería de visas en 1990 y que empezó a aplicarse en 1995.
Sin embargo, esa norma fue aprobada con apoyo tanto del Partido Demócrata como del Partido Republicano y fue convertida en ley por el presidente republicano George HW Bush.
La nueva legislación sustituía una norma de 1965 que funcionaba con un sistema de cuotas que, según sus críticos, favorecía de forma excesiva a los emigrantes blancos procedentes de Europa.
En 2013, Schumer encabezó un esfuerzo bipartidista para aprobar una nueva ley migratoria que eliminaba totalmente la lotería de visas y transfería esa cuota de residencias permanentes a inmigrantes altamente calificados.
Esa iniciativa, sin embargo, logró el apoyo del Senado pero no fue aprobada por la Cámara de Representantes.
La idea de eliminar la lotería de visas ya había sido esbozada por Trump con anterioridad.
El mandatario dio su respaldo a la propuesta Ley para Reformar la Inmigración a Estados Unidos para un Fuerte Empleo (Raise, por sus siglas en inglés) que eliminaba las visas de diversidad y, al mismo tiempo, reducía a la mitad el número de inmigrantes legales en el país y ponía límites a la admisión de refugiados.
Esa norma fue impulsada en febrero por dos senadores republicanos, pero hasta ahora no ha contado con suficientes apoyos en la Cámara.
En agosto pasado, Trump reiteró su apoyo a la adopción de un sistema parecido al canadiense, en el cual los potenciales inmigrantes serían valorados sobre la base de cuestiones como sus habilidades, su educación, su conocimiento del idioma, la calidad de las ofertas laborales que reciben o su iniciativa emprendedora.
En ese nuevo sistema decrecerían las visas otorgadas para reunificación familiar y desaparecerían las visas de diversidad.
Por lo pronto, sin embargo, el periodo anual de inscripción para la lotería de visas está abierto hasta el mediodía del próximo 22 de noviembre.
Desde el punto de vista jurídico, Trump no tiene la potestad legal para cambiar la ley que creó las visas de diversidad, pues eso depende del Congreso. Así, hasta ahora, sigue siendo un procedimiento vigente. Aunque nadie sabe ahora por cuánto tiempo más.