En lo que va del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, en promedio, cada dos horas se ha reportado la desaparición de una persona.
[contextly_sidebar id=”Ns8BRX9npDjAuNkKYM2yXA3qnYTqPAfF”]Entre 2013 y julio de 2017, en México han desaparecido o se han extraviado un total de 19 mil 156 personas, de acuerdo con los últimos datos del Registro Nacional de Personas Extraviadas y Desaparecidas (RNPED).
En la actual administración, el 26.3% de personas desaparecidas o extraviadas son jóvenes de sexo masculino de entre 20 y 29 años, y el 16.9% desapareció en el Estado de México.
Otro 17.9% (3,271 casos) son niños y adolescentes de entre 10 y 19 años de edad. En ese rango, el 58.2% de los casos son mujeres y el problema se concentra en cuatro entidades: Estado de México, Puebla, Sinaloa y Tamaulipas.
El 13.4% del total (2,450 casos), son personas entre 20 y 24 años. En promedio 7 de cada 10 víctimas son hombres, y el problema se concentra en Sinaloa, Estado de México, Jalisco y Tamaulipas.
De acuerdo con los datos, las desapariciones masculinas tardan más en ser resueltas.
En la base de 2013 se consignaron 10 mil 7 casos de mujeres desaparecidas, y en la actualización más reciente quedaban 2 mil 656 casos vigentes, esto significa una reducción del 73.5%; mientras que en los hombres se reportaron 14 mil 935 casos y continúan vigentes 10 mil 596 casos, ahí la reducción fue del 29.1%.
El RNPED no es un registro estático, se va depurando y actualizando con la información que entregan las procuradurías y fiscalías de los estados, pero muestra que la desaparición es un fenómeno social que ha mantenido en las mismas proporciones en más de una década.
De los 24 mil 943 casos que reportó la administración de Felipe Calderón, hasta julio de 2017 – última actualización de los datos – continúan vigentes 13 mil 249 casos. En agosto de 2014, se había hecho una primera depuración que arrojó 17 mil 351 reportes pendientes.
De los poco más de 13 mil casos que continúan vigentes, el 80% de las víctimas son hombres y el resto mujeres. El 50.6% de esas denuncias se concentran en Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
Si la tendencia no cambia, el actual sexenio cerrará con una cifra parecida a los 24 mil 943 casos reportados con los que cerró la administración del expresidente Felipe Calderón Hinojosa (cifra RNPED, febrero de 2013).
Los perfiles de las víctimas y el lugar donde han ocurrido estos hechos se han modificado en los últimos dos sexenios.
En la administración Peña Nieto 7 de cada 10 casos son de hombres reportados como desaparecidos, mientras que con Calderón fueron 6 de cada 10.
Durante este sexexio la mitad de las denuncias se han concentrado principalmente en cuatro entidades: Estado de México 16.9%, Tamaulipas 11.9%, Sinaloa 11.0% y Jalisco 10.1%.
Tres estados, Estado de México, Sinaloa y Jalisco, se han mantenido en ambos sexenios entre las entidades que concentran las desapariciones.
Solo ha cambiado el estado que encabeza los reportes: mientras que con Calderón se concentraba en la Ciudad de México el 27.2% de los casos, con Peña Nieto el Estado de México lidera las denuncias, con el 16.9%.
Los estados con mayor número de reportes de mujeres desaparecidas también han cambiado.
Con Peña las entidades con más desapariciones de mujeres reportadas son el Estado de México, Puebla, Tamaulipas y Sinaloa, mientras que con Calderón se concentraban en la Ciudad de México, Jalisco, Estado de México y Guanajuato.
En el Estado de México este delito se ha agravado, pasó del tercer lugar al primero, mientras que Puebla, que en el sexenio de Calderón no figuraba en los registros oficiales, ahora está en el segundo.
Lo que no se informa en las actualizaciones del RNPED es el número de personas que fueron localizadas con vida o muertas, ni las razones por las que salieron del registro nacional.
Tampoco se conocen las condiciones y el lugar donde fueron localizadas las víctimas, o si en su desaparición hubo algún tipo de delito vinculado a la desaparición.
De acuerdo con testimonios e investigaciones de familiares de las víctimas, los responsables de muchas de estas desapariciones son células vinculadas a operaciones criminales.
“Esto no ha parado. Lo que pasa es que (los datos) ya no se publican como se publicaban antes, y se ha dejado de hablar del tema en los medios”, aseguró Silvia Ortiz, madre de la joven Silvia Stephanie Sánchez-Viesca, quien se encuentra en calidad de desaparecida desde el 5 de noviembre de 2004.
“México es un panteón enorme, y el callar a las personas fue la estrategia en esta administración para decir que todo está bien, pero no es así”, dijo la madre de la joven desaparecida.
Silvia o “Fanny”, como le llamaba cariñosamente su familia, fue privada de la libertad por sujetos presuntamente vinculados con el crimen organizado.
En ese entonces tenía 16 años, actualmente tendría 29. Su madre no ha dejado de buscarla y ahora encabeza un grupo de mujeres buscadoras con sede en Torreón, Coahuila, llamado VIDA (Víctimas por sus Desaparecidos en Acción).