El próximo lunes 30 de octubre se cumplirá la tercera etapa de flexibilización gradual de los combustibles en el país, que en esta ocasión incluye a los estados de Baja California Sur, Sinaloa y Durango, mientras que dentro de un mes le tocará a la Ciudad de México y otros estados del centro.
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La primera fase, iniciada el 30 de marzo pasado, incorporó a Baja California y Sonora; en la segunda se sumaron Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y el municipio de Gómez Palacio, Durango, el 15 de junio.
La cuarta fase comenzará el 30 de noviembre y entrarán los estados de Aguascalientes, Ciudad de México, Colima, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Oaxaca, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
Y a partir del 30 de diciembre de 2017, en la quinta etapa, se incluirán entidades como Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
El órgano de gobierno de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) aprobó en diciembre de 2016 el cronograma de flexibilización de mercados de gasolinas y diésel, el cual considera cinco etapas de apertura regional que permitirán la libre fluctuación de precios en todo el país a lo largo de este año.
Este proceso comenzó en estados fronterizos del norte del país, por ser la zona con mayor conectividad a diversas fuentes de suministro de gasolinas y diésel.
Este procedimiento de flexibilización de precios establece cinco etapas: las primeras dos en el norte de la República Mexicana, la tercera y cuarta en el centro y occidente, mientras que la última abarca la península de Yucatán.