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Ni Fiscalía de Puebla ni Cabify actuaron ante reporte de desaparición de Mara
Ni Fiscalía de Puebla ni Cabify actuaron ante reporte de desaparición de Mara
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7 minutos de lectura

Ni Fiscalía de Puebla ni Cabify actuaron ante reporte de desaparición de Mara

19 de septiembre, 2017
Por: Ernesto Aroche y Nayeli Roldán
@liz_pf 

La empresa Cabify supo que Mara estaba desaparecida, pero no avisó a ninguna autoridad. La fiscalía de Puebla no interrogó a quien resultó presunto responsable del feminicidio, hasta que éste se presentó voluntariamente ante la autoridad, a pesar de que ya había pruebas de que él había sido el último en verla.

[contextly_sidebar id=”7DYvbO8rZnGIKF9d4tWVwils3PjEiNQx”]Sólo Karen investigó la desaparición de su hermana Mara en las primeras horas. Incluso habló por teléfono con el presunto responsable del homicidio.

Peor aún, la empresa Uber presumió este lunes que al presunto responsable del asesinato de Mara ya lo había despedido “por conducta inapropiada y por incumplir los protocolos de seguridad con usuarios y empresa”, pero no le avisó en su momento a ninguna autoridad ni explicó qué había hecho su chofer para ameritar el despido.

Ricardo Alexis “N” fue vinculado a proceso por el secuestro de Mara, este martes fue trasladado al penal de Tepexi de Rodríguez, en Puebla, donde permanecerá en prisión preventiva los próximos cuatro meses mientras se realiza la investigación complementaria.

Estas son las conclusiones de lo sucedido en las primeras horas de la desaparición de Mara Fernanda Castilla, de acuerdo a las versiones proporcionadas por su familia y por la propia fiscalía.

Cabify y Uber declinaron dar información sobre lo sucedido.

La búsqueda empezó a las 9:30

A las 9:30 de la mañana del viernes 8 de septiembre, Karen Castilla, hermana de Mara, se dio cuenta que la joven de 19 años no había llegado a casa. La última vez que hablaron por teléfono había sido a las 5 de la mañana de ese mismo día, cuando el grupo de amigos con quienes Mara había salido fue detenido en un alcoholímetro.

De acuerdo a lo que Karen narra, ella misma revisó el correo electrónico de Mara y ahí encontró el recibo de cobro por el servicio de Cabify. Karen confirmó con los amigos de su hermana que había decidido usar este servicio para llegar a su casa.

De acuerdo con el recorrido marcado en el recibo, Mara había llegado a su domicilio a las 5:48 de la mañana.

Preocupada por la ausencia de su hermana, Karen revisó las grabaciones de las cámaras de seguridad de su fraccionamiento. Confirmó que un auto llegó, estuvo estacionado unos minutos y se fue. Pero desde ese momento tuvo claro que Mara nunca bajó.

Karen continuó la búsqueda con la empresa Cabify. Habló por teléfono, explicó lo que había pasado con su hermana y así consiguió que le proporcionaran los datos del recorrido y el teléfono del conductor. Después de eso la familia no tuvo ninguna comunicación con la empresa y ésta tampoco dio aviso a la autoridad.

A las 10:30 de la mañana, Karen habló con Ricardo Alexis “N”, el chofer del Cabify. Éste le dijo que sí recordaba a su hermana, a la que describió como “una joven muy amable”. Añadió que la había dejado metros antes del destino que le había indicado en la aplicación. “Había carros y no vi si se subió a alguno”, le  dijo Ricardo, narra Karen.

Después de la llamada, “agarré documentos de mi hermana y le avisé a mi mamá”. Ya con sus padres en Puebla, fueron a la fiscalía. Interpuso la denuncia a las 14:30 horas, aproximadamente. La familia pasó el resto de la tarde afuera de la fiscalía, esperando que las indagatorias fueran rápidas.

“Si les estamos diciendo que la última persona que vio a mi hermana fue el chofer de Cabify, pensamos que lo iban a traer inmediatamente, pero no. Estuvimos ahí hasta la media noche y nunca llegó”, cuenta Karen.

Los voceros de la fiscalía poblana aseguran que solicitaron primero la comparecencia de los amigos de Mara y que a eso se dedicaron el primer día, pero no a buscar al chofer. La autoridad poblana asegura que siguieron el protocolo que tienen establecido, según el cual el agente del MP gira primero un oficio de investigación a la policía ministerial. Ya que ellos tienen la orden se inicia la investigación y van llamando a la gente cercana al caso amigos y familiares.

La investigación, dijo la dependencia, “tarda algunas horas en comenzar”, pero no precisó cuántas horas.

La noche del 9 de septiembre, 36 horas después de la desaparición de la joven de 19 años, Ricardo Alexis “N” se presentó voluntariamente en la fiscalía a declarar.

Ricardo declaró y se fue. Su arresto se dio dos días después, el 11 de septiembre, cuando Mara llevaba ya más de 72 horas desaparecida.

El resto de la semana, la familia no tuvo noticias consistentes sobre las investigaciones. Hasta el viernes, cuando les dieron la noticia del asesinato de la joven.

Por su parte, Cabify dijo en un comunicado emitido el 10 de septiembre que estaba en contacto con las autoridades desde la tarde 8 de septiembre, es decir unas 12 horas después de la desaparición se pusieron en contacto con la familia.

Karen desmintió la afirmación, pues asegura que el único contacto que tuvieron fue durante la mañana del 8 de septiembre cuando le dieron el número del chofer y le proporcionaron el recorrido realizado.

Sí tenía antecedentes

Este 18 de septiembre se supo que el imputado –sobre quién hasta el momento pesa la acusación penal por secuestro y ya se prepara la acusación por robo, violación y feminicidio—había sido detenido por la PGR por posesión de hidrocarburos, pero que se le había dejado en libertad.

La Fiscalía explicó que, como la detención fue por autoridades federales y la investigación sigue en proceso, Ricardo Alexis “N” seguía oficialmente como una persona sin antecedentes penales. La fiscalía poblana ni siquiera sabe oficialmente dónde fue detenido el conductor, porque la PGR no les ha notificado.

Por si fuera poco, la carta de no antecedentes penales solo cubre los posibles delitos cometidos en esa entidad, por lo que cualquier delito registrado fuera de Puebla no hubiera sido registrado.

Ricardo Alexis “N” fue conductor en Uber antes de Cabify, pero fue dado de baja en mayo de 2017.

Sin embargo, María Fernanda Reséndiz, responsable de comunicación de Uber, se negó a informar cuáles fueron las causas por las cuáles expulsaron al conductor. Tampoco informó si esos datos sólo se quedan en la empresa o se los comparten a autoridades judiciales.

Resendiz no aceptó ninguna pregunta sobre las políticas de seguridad de Uber ni cuáles serían las nuevas medidas después de este caso. Aseguró que la empresa “no quiere ser oportunista”. Y, sin precisar fecha, dijo que después darían información para sus usuarios, con quienes no tienen ninguna responsabilidad, según estipulan los términos del servicio.

La seguridad de Cabify y Uber

Animal Político solicitó a las empresas Cabify y Uber información sobre cuáles son las medidas de seguridad que tienen al contratar un chofer. Las dos empresas se negaron a responder.

Por parte de las autoridades poblanas no existe ningún requisito de seguridad. La ley sólo establece que debe registrarse el nombre de los choferes y que se les debe dar capacitación.

Un socio de Uber explicó a Animal Político que para trabajar como chofer en esa aplicación piden carta de antecedentes no penales, licencia de manejo e identificación. También deben cumplir con exámenes toxicológicos.

Este lunes, Cabify anunció que incluirá en su aplicación un botón de pánico vinculado a los sistemas de emergencia del lugar donde se preste el servicio. Además agregará dentro del perfil del usuario la opción de aportar datos de contacto de emergencia.

La empresa, según dijo, compartirá con las autoridades las listas de conductores que han sido dados de baja por algún comportamiento contrario a la ley, para que se pueda prevenir a las empresas que prestan servicios de transporte.

Cabify, además, ofrece específicamente un programa de seguridad para mujeres “que se van de fiesta”.

Sin embargo, no parece ser un programa específico sino publicidad sobre la idea de seguridad. De hecho en su página de internet dice: “Tu seguridad es nuestra mayor prioridad. Cada viaje que realices con nosotros está geolocalizado y asociado a un vehículo, conductor y matrícula; y puedes compartir esa información con tus amigos y familiares. Además, disponemos de vehículos modernos y nuestros conductores han sido seleccionados uno a uno y disponen de todas las licencias y seguros necesarios”.

A pesar de ello, en sus condiciones de uso plantean que “Toda responsabilidad u obligación nacida en virtud de la relación entre el Usuario y el tercer transportista, ya sea vía software o prestación de servicios, descansa únicamente en el Usuario, con todas las implicaciones que ello conlleva.

“Cabify no evaluará la idoneidad, legalidad o capacidad de dicho servicio de transportes, renunciando el Usuario expresamente y exonerando a Cabify, de cualesquiera obligaciones, reclamaciones o daños surgidos como consecuencia de la relación entre usted y la tercera parte, en virtud del uso del software o sus servicios”.

Y agrega: “Por consiguiente, entiende el Usuario que (i) con el uso de la Aplicación y/o Sitio Web y por consiguiente del servicio de transporte, puede exponerse a un transporte potencialmente peligroso, dañino, perjudicial para menores y en cualquier caso censurable, (ii) y que dicha actividad la realiza bajo su propio riesgo y responsabilidad”.

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Imagen BBC