Tras impactar furiosamente en los cayos de Florida, en Estados Unidos, el ojo del huracán Irma sigue avanzando de manera implacable por el oeste del estado, donde ya empieza a tocar tierra firme.
Los primeros impactos han recibido vientos de hasta 209km/h y se esperan marejadas de hasta 4,5 metros de altura, impulsadas por la fuerza de la tormenta.
Más de dos millones de personas están sin energía en Florida. Poderosos vientos han azotado los cayos del sur, y los servicios de emergencia en Miami, la mayor ciudad del estado, fueron suspendidos.
“Los vientos están muy fuertes en este momento. Las palmeras se rompen. Hay fuerte lluvia. El centro de la ciudad y el barrio de Brickell están completamente inundados”, reportaron periodistas de BBC Mundo en la zona.
Las autoridades les ordenaron a más de 6.3 millones de personas que evacuaran las zonas de riesgo, ante las advertencias de marejadas que “amenazan la vida”.
Hasta ahora se informa de tres muertes en Florida, aunque no se pueden confirmar las causas o no están directamente relacionas con los efectos del huracán.
Un funcionario del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en ingls) en Cayo Hueso afirmó que la situación es extremadamente peligrosa y urgió a los residentes a buscar refugio.
Los comunicados del NHC son explícitos aconsejando a los ciudadanos -“¡Protéjanse inmediatamente!”, señalan- y alertando de la formación de tornados que muy seguramente levantarán árboles, autos, techos, casas móviles y quebrarán ventanas.
Hasta el momento, el poderoso ciclón ha dejado por lo menos 27 muertos en su paso por varias islas del Caribe, incluyendo San Martín y Barbuda.
Los fuertes vientos y alta marea están afectando el área de Miami, pero el gobernador de Florida, Rick Scott, dice estar “muy preocupado” por la costa oeste.
Desde hace días los pronósticos indicaban que, tras pasar por territorio cubano, Irma iba tomar una trayectoria hacia al norte.
Ciudades como Tampa y San Petersburgo están en el paso directo de la tormenta.
El área de Tampa Bay, con una población de 3 millones, no ha recibido el impacto de un fuerte huracán desde 1921.
El gobernador Scott dijo al canal de televisión NBC que aunque las autoridades se habían preparado durante toda la semana para la llegada de Irma, la perspectiva de altos niveles de marejada era “realmente temerosa”.
Muchas de las personas evacuadas viven en zonas costeras inundables y vulnerables a la marejada ciclónica, que en este caso podría ser superior a los 4.5 metros.
No hay lugar más vulnerable a una subida del mar de esta magnitud que los cayos del sur de Florida.
Nuestro periodista Liomán Lima nos envía estas líneas desde Miami:
Aunque Miami comenzó a sentir los embates de Irma desde la madrugada del sábado, a medida que han pasado las horas los vientos se han hecho más fuertes y las lluvias más intensas.
En estos momentos es imposible ver qué hay más allá de 100 metros a la redonda. La lluvia es muy tupida y, con frecuencia, el viento arrastra frente a las ventanas hojas y hasta gajos de árboles o ramas de palmeras.
Uno de los elementos más atemorizantes es el sonido del viento, que “aúlla”. En estos momentos hay ráfagas de hasta 105 kilómetros por hora. Hay decenas de árboles caídos, algunos sobre vehículos y viviendas.
En algunos barrios falta la energía eléctrica desde el sábado y en otros, donde aún se mantiene, hay cortes esporádicos. Pensamos que la puedan cortar en cualquier momento.
Hay carreteras que ya están incomunicadas. Desde donde está el equipo de BBC Mundo, vemos árboles y grandes ramas atravesadas en algunas carreteras.
Las zonas cercanas a la costa se han vuelto, literalmente, “ríos de agua salada”.
El sábado por la tarde los vientos huracanados de Irma se empezaron a dejar sentir en Cayo Hueso, el territorio más al sur de Estados Unidos, conocido en todo el mundo por ser el lugar donde pasaba largas temporadas el escritor Ernest Hemingway, cuya casa museo atrae cada año a miles de turistas.
Fue precisamente en Cayo Cudjoe, cerca de Cayo Hueso, donde Irma tocó suelo estadounidense en la mañana del domigo como un huracán categoría 4.
Pese a que se emitió una orden de evacuación para todos los cayos de Florida, decenas de residentes decidieron quedarse en sus casas y hacer frente a la peligrosa tormenta.
Algunos de los modelos meteorológicos predicen que el huracán se dirige hacia la vulnerable bahía de Tampa. Pero para muchos fue una sorpresa que Irma se dirigiera en esa dirección este domingo.
Esta ciudad no experimenta un gran huracán desde 1921, cuando apenas contaba con una población de 10.000 habitantes.
En la actualidad en la zona de Tampa viven cerca de 3 millones de personas por lo que se teme que, de recibir un impacto directo, se produzcan cuantiosos daños materiales y humanos.
El cambio en la trayectoria del huracán hacia la costa oeste de Florida hizo que las autoridades de Tampa se vieran obligadas a emitir a última hora alertas de evacuación para decenas de miles de sus residentes en áreas bajas.
Durante décadas, los responsables de gestión de desastres en EE.UU. han incluido a Tampa, junto a urbes como Miami, Nueva Orleans o Nueva York, entre las ciudades más vulnerables ante la subida del nivel del mar, ya sea por los efectos de un huracán o por el cambio climático.
Donna Tubbs, quien vive en una parque de casas móviles en Lakeland, el este de Tampa, le explicó a una cadena local de noticias que, pese a tener las maletas hechas, decidió quedarse durante el huracán.
“Todas las familias aquí planean quedarse”, dijo, explicando que en la zona viven muchas enfermeras jubiladas que quieren ayudar en los trabajos de rescate y reconstrucción.
Otros residentes de la zona mostraron su frustración con los pronósticos del recorrido del huracán, que hasta este viernes lo situaban en la costa este de Florida y que en unas pocas horas lo han mandado hacia el oeste, haciendo que muchas personas tuvieran que improvisar a última hora planes de evacuación.
Pese a haber bajado de categoría en las últimas horas, Irma continúa siendo un huracán de proporciones gigantescas, con vientos de más de 200 km/h.
Se espera que durante los próximos dos días el ciclón suba por la costa oeste de Florida hasta llegar al estado de Georgia, ya como tormenta tropical.
Con Irma ya en el sur de Florida, muchos tienen en la mente también otro nombre: Andrew.
Fue hace 25 años que ese huracán de categoría 5 arrasó esta región del sureste de EE.UU., causando daños valorados en cerca de US$25.000 millones.
Con vientos que superaron los 260 km/h y una marejada de más de cinco metros de altura, Andrew -una de las tormentas más devastadoras de la historia de EE.UU.- cambió la geografía, la demografía y la economía de la región, así como la manera en la que sus habitantes perciben los huracanes.
La historia de Irma todavía se está escribiendo.