Si estás en medio de un desastre natural como el huracán Irma, que estos días azota el Caribe, en una inundación o un terremoto, una de las primeras cosas que suelen ocurrir es que se cae la red eléctrica.
[contextly_sidebar id=”LvaiuhL5UlEQivMUkT06kyYBIsuZIRrK”]Pero también te puedes quedar si acceso a la electricidad en situaciones menos comprometidas, como cuando estás acampando en la montaña.
Cualquiera que sea el caso, estos tres pasos te ayudarán a salir de la emergencia.
Necesitas unos elementos básicos para cargar tu celular: el adaptador USB para el encendedor del automóvil, el cable del propio teléfono, una pila de 9 voltios, un clip metálico y un resorte de bolígrafo o una llave.
Lo que vas a hacer es conducir electricidad desde la batería hacia el móvil.
Moverás partículas eléctricamente cargadas utilizando un medio de transmisión, es decir, un conductor eléctrico, que en este caso será un clip metálico. Formarás un pequeño campo eléctrico artesanal -de baja intensidad- que al menos te permitirá hacer llamadas de emergencia o enviar mensajes.
Las baterías o pilas cuentan con dos terminales. Uno de ellos tendrá un signo positivo y el otro uno negativo. Al cablear estos dos polos, los electrones fluyen tan rápido como pueden desde el polo negativo hacia el polo positivo. Para generar este campo eléctrico usamos un objeto metálico porque los metales son buenos conductores de la electricidad.
Permiten el flujo de los electrones desde un punto hacia otro. En este caso, lo primero que hacemos es abrir el clip metálico y enrollarlo en el polo negativo de la pila.
Como muestra la imagen, una parte del clip queda hacia arriba y la otra hacia el exterior.
Lo siguiente es ubicar el adaptador del automóvil sobre el otro polo. Ahora estamos listos para generar el campo eléctrico.
Lo único que falta es que los dos metales hagan contacto -el clip con la parte metálica del adaptador- para que fluyan los electrones y así entonces generemos electricidad.
Lo único que falta para cargar el celular es enchufarlo a la toma del USB, de la misma forma en que lo cargas cuando lo enchufas a un computador.
Todas las pilas o baterías contienen electrolitos y otras sustancias químicas que reaccionan entre sí, haciendo que los electrones comiencen a moverse frenéticamente y produzcan energía. Entonces lo que se genera es una conversión de energía química a energía eléctrica.
Sin esta fiesta de los electrones, no podríamos conservar la energía en pequeños dispositivos que nos pueden salvar la vida cuando no estamos conectados a la electricidad.
Este método casero para cargar el móvil no es el único. Basta con que te des una vuelta por internet y descubrirás varias ideas parecidas -otras no tanto- que funcionan con el mismo principio.