El diputado Ricardo Mejía Berdeja aclaró que él no hizo público que los miembros del equipo de futbol, Los Avispones, habían recibido 8 millones 700 mil pesos, repartidos entre 21 víctimas, como indemnización por el ataque que sufrieron el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala; como acusó una de las víctimas.
[contextly_sidebar id=”T2I0yDU5jATZjN9LcCeqxqRRYuLYUfWX”]El entrenador del equipo Avispones de Chilpancingo, Facundo Serrano Urióstegui, responsabilizó al diputado de haber hecho públicas las cantidades de indemnización durante una reunión de la comisión especial del caso en el Congreso de Guerrero.
Luego de revelarse las cantidades, Serrano ha sido extorsionado en dos ocasiones y su hijo fue atacado, lo que lo obligó a huir de Guerrero.
Los Avispones fueron atacados la misma noche en que desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa.
El legislador de Movimiento Ciudadano señaló que él acudió y encabezó la reunión a la que se hace referencia el entrenador pero aclaró que él no fue quien dio a conocer las cantidades de las indemnizaciones.
Esta reunión, se llevó a cabo el día 25 de febrero de 2016 en Guerrero, a la cual asistieron integrantes de las Comisiones especiales Federal y Estatal de seguimiento a los hechos del 26 y 27 en Iguala, señala el diputado en una carta enviada a Animal Político.
El legislador entregó la versión estenográfica de la reunión del 25 de febrero de 2016, en la cual subraya que quien hizo referencia al tema de las indemnizaciones fue el diputado priísta Víctor Silva.
Al cuestionar al diputado Víctor Silva, éste niega haber dado el detalle de los montos, sino una “cifra global de programas que tanto el gobierno federal como el gobierno del estado han dado en apoyo a familiares de víctimas directas o indirectas, como programas de educación, de vivienda y otras”.
Es decir, dio el monto global para Los Avispones, pero no el detalle de cuánto se le dio a cada familia.
Consultado nuevamente, el director de los Avispones de Chilpancingo, Facundo Serrano, insiste en que después de esa reunión comenzaron las amenazas, extorsiones y el ataque con armas de fuego hacia su hijo.