Consejo Electoral de Venezuela rechaza acusación de manipulación en elección de la Constituyente
[contextly_sidebar id=”Mlm0cSXF6J42Y4qgD7coUhmZ3sT3tb5u”]La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Tibisay Lucena, rechazó este miércoles las acusaciones de “manipulación” realizadas por la empresa de soporte técnico Smartmatic sobre la elección el pasado domingo de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
“Se trata de una opinión sin precedente por parte de una empresa cuyo único rol es el de proveer ciertos servicios y soporte técnico no determinante en sus resultados“, dijo Lucena.
“Estas declaraciones llegan en un contexto de agresión permanente iniciado desde hace dos semanas contra el CNE que incluye una sanción de EE.UU. a mi persona como presidente del poder electoral por el único motivo de organizar una elección universal directa y secreta”, agregó.
Smartmatic denunció este miércoles en Londres que en la elección del domingo, en la que estaba cargo del sistema de votación electrónica, “hubo manipulación del dato de participación“, acusación que ya había manifestado la oposición venezolana.
Lucena vinculó este señalamiento de la firma con las sanciones y con lo que consideró como “el asedio y la violencia” contra centros de votación y “agresiones” por parte de la oposición, que no participó en la elección por considerar el proceso como “fraudulento”.
“Esto ilustra la situación inédita de asedio, inscrita en una estrategia para destruir las institución electoral e impedir la realización de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente”, dijo Lucena.
AFPEl CNE afirmó el domingo que más de ocho millones de venezolanos expresaron su voto en la elección de los miembros de la Constituyente, un órgano que redactará una nueva Constitución, reformará el Estado y se instalará en las próximas horas.
La oposición considera que esa cifra está “inflada” y Smartmatic señaló que “la diferencia entre la cantidad anunciada y la que arroja el sistema es de al menos un millón de electores”, aunque precisaron que por el momento no podían precisar el número exacto ya que era necesario realizar una auditoría.
“No es una empresa privada radicada fuera del país la que garantiza la transparencia del sistema electoral venezolano”, dijo Lucena, que calificó las declaraciones de la firma como “irresponsables con base a estimaciones sin fundamento con data que maneja solo el poder electoral”.
Para Lucena la intención es “sumar en un vacío a los venezolanos y venezolanas que participaron en la elección” e “invisibilizar” a los más de ocho millones de personas que dicen que emitieron su voto el domingo.
Esa cifra es cercana a la mejor que obtuvo a su favor Hugo Chávez, pese al contexto actual de grave crisis económica que vive Venezuela y el claro triunfo de la oposición en las elecciones legislativas de diciembre de 2015, las últimas antes de las del domingo.
Lucena acusó al representante de Smartmatic, Antonio Mugica, de pretender “poner en duda los resultados de una elección, en la cual su único rol es la de proveer de servicios” al CNE.
Por su parte, Jorge Rodríguez, jefe de estrategia y propaganda del comando de campaña oficialista para la Constituyente, calificó las acusaciones como “patrañas y mentiras” y dijo que la “elección” fue “limpísima”.
Rodríguez confirmó que la Constituyente se instalará el jueves.
Procesos desde 2004
Smartmatic es una multinacional de origen venezolano que proporcionó la plataforma tecnológica de votación y servicios para las elecciones en Venezuela desde 2004.
EPAEl domingo, sin embargo, no hubo presencia de auditores de la oposición, fundamentales como testigos del proceso.
Diversos países como Estados Unidos, Colombia, España o México, y también la Unión Europea, no reconocen la Constituyente, cuyo mismo proceso de convocatoria y bases comiciales son discutidas por la oposición.
La Constituyente se instalará este jueves y, según el gobierno, servirá para “imponer la paz” en un contexto de más de cuatro meses de protestas que han dejado ya 121 muertos y un país con una profunda división política y social. Eso se suma a la severa crisis económica, patente desde hace varios años.
