[contextly_sidebar id=”4PSUHvVHnNegmkyweg0RZP3ppG6siiz3″]”Deuda externa” son dos palabras que no traen buenos recuerdos en América Latina. Desde inicios de los 80, la región han vivido distintas crisis relacionadas con ella y el miedo a que se repitan aún no se ha disipado del todo.
No en vano en la lista de países con más episodios de impagos o reestructuraciones de deuda hay una fuerte presencia latinoamericana en las primeras posiciones: Venezuela, Ecuador, Brasil, Argentina, Perú, México, Costa Rica, Chile y Paraguay, entre otros.
El año pasado, la deuda externa bruta en América Latina (tanto privada como pública) ascendió a US$1,47 billones.
Eso es casi un 80% más que en 2009, según los datos publicados la semana pasada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Estados y empresas han abrazado en los últimos años una política de endeudamiento que ya empieza a alarmar a algunos expertos.
Algunos alertan de una burbuja, ya que la inestabilidad del mercado ha hecho que los inversores se vuelquen en activos más seguros, como los fondos soberanos.
“Estamos ante un problema de exceso de deuda pública a nivel mundial”, aseguró a BBC Mundo Juan Ignacio Sanz, profesor de Banca y Mercado de Valores de la escuela ESADE Law School.
“Durante la crisis, Reino Unido, Estados Unidos, Europa y Japón fueron los territorios que más se endeudaron mientras que Latinoamérica estaba por debajo de la media”, explicó.
“Pero la tendencia ahora en todos los países es al crecimiento del endeudamiento en general porque hay una sensación de riqueza”, afirmó Sanz.
En su opinión, las naciones de la región están “cometiendo los mismos errores” que estos Estados desarrollados, que acumulan deudas públicas por encima del 70% de su Producto Bruto Interno (PIB), en vez “aprender de ellos”.
En América Latina, estos porcentajes son menores. Pero los inversores la consideran una zona de riesgo así que le exigen rentabilidades mayores.
BBC Mundo te cuenta cuáles son los países de la región con las deudas externas más grandes en el sector público.
La nación norteamericana es la que más deuda en bonos acumula, según la Cepal.
El agujero no ha dejado de crecer en los últimos años y en 2016 ascendió a US$180.986 millones.
Una cifra que casi duplica la de 2009.
Un comportamiento del que el sector privado se ha desligado.
El endeudamiento de este se redujo en los dos últimos años cerca de un 4%.
En general, la deuda soberana de México, tanto dentro como fuera del país, oscila en torno al 45% según la agencia Standard & Poor’s (S&P), que el pasado mes de julio mejoró su calificación.
La cambió de “negativa” a “estable” al considerar que las autoridades actuaron “rápido” ante golpes sufridos por su economía, como la depreciación que sufrió su moneda a finales del año pasado ante el triunfo de Donald Trump.
“El problema de México es que depende mucho de Pemex, que aportaba aproximadamente el 30% de los ingresos presupuestarios al gobierno federal”, explicó a BBC Mundo el profesor del área de Economía de la escuela de negocios española IE Business School, Juan Carlos Martínez Lázaro.
La caída del precio del petróleo, de más de un 50% en los últimos tres años, y la mala gestión de la petrolera estatal han provocado un “agujero fiscal importante”, según el experto.
La deuda externa de México equivale a 18,3% de su Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con la Cepal.
El país más afectado por el abaratamiento del petróleo es Venezuela.
Su deuda pública externa ha aumentado de forma continua y en 2016 se situó en US$132.156 millones, según la Cepal.
Esto supone casi un 10% más respecto al año anterior, pero cerca del doble si se compara con los niveles de 2009.
Los rumores de que el país se declare en default y deje de pagar sus compromisos cada vez son más fuertes.
Este 2017, será el único país de América Latina cuya economía no crecerá, sino que se contraerá un 7,2%.
Pese a esto, el gobierno ha conseguido hasta ahora abonar sus cuotas.
“Venezuela está priorizando el pago de la deuda porque el régimen sabe que es lo único que lo puede mantener: no caer en default”, afirmó Martínez Lázaro.
“Por eso su situación social es explosiva, porque han tenido que reducir las partidas que usaban para generar clientelismo”, añadió.
“Es absolutamente un disparate porque incluso en los años en que el petróleo estaba a más de US$100, el déficit público ya era importante”.
“Ni con todo el dinero que ingresaba eran capaces de tener unas cuentas públicas equilibradas”.
Ante un riesgo de impago tan elevado, el país sudamericano ofrece altas rentabilidades para atraer a inversores y destina la mayor parte del dinero a pagar otras deudas en un bucle que tanto Martínez Lázaro como Sanz consideran “insostenible” a largo plazo.
Según cálculos de la Cepal, la deuda externa de Venezuela equivale a 21,7% de su PIB.
El gigante sudamericano logró reducir su deuda pública externa un 6,3% desde 2014 hasta los US$130.274 millones que registró el año pasado.
Aún así, esta cifra supuso un incremento del 68,5% en sólo un lustro.
Estos compromisos externos de Brasil representan 7,8% de su PIB.
Si se tiene en cuenta la deuda externa del sector privado, Brasil es el país con la deuda más grande del bloque regional, ya que ambas suman US$321.297 millones.
Su economía se recuperará este 2017 de dos años consecutivos de recesión.
Pero, según la Cepal, el crecimiento será de apenas 0,4%, por lo que difícilmente habrá una reducción grande de la deuda.
Como recuerda Sanz: “Lo importante es saber cuál es el destino de esa deuda, si es para invertir en infraestructuras o sectores que van a generar empleo, está bien”.
El presidente Mauricio Macri cerró su primer año de gobierno con una deuda externa en el sector público de US$95.304 millones, un 13,6% más que el ejercicio anterior.
La deuda externa equivale a 7,8% de su Producto Interno Bruto.
El mandatario heredó del gobierno anterior un conflicto con acreedores holdout,fondos buitres que se negaron a renegociar la deuda con los Kirchner cuando el país estaba en default y a los que la justicia respaldó.
“Macri ha conseguido generar una confianza que ha permitido que Argentina retorne a los mercados de deuda”, aseguró Martínez Lázaro.
La nación sudamericana estuvo en la lista de países en default hasta abril del año pasado, cuando abonó US$9.300 millones a los holdout.
Desde entonces, el gobierno ha emitido deuda por más de US$30.000 millones.
Esta incluye un bono por US$2.750 millones a pagar en 100 años acordado en junio.
El país nunca lo había hecho por un plazo tan largo.
“Si alguien me hubiera dicho eso hace una tres años, no me lo hubiera creído”, comentó Martínez Lázaro.