Dos exposiciones que te harán viajar a otros lugares y a otras épocas, una puesta en escena que te hará reflexionar sobre la ambición humana, y tres talleres para recibir agosto con la mejor postura corporal y con la sintaxis afilada. Te presentamos la agenda cultural del finde:
Son los últimos días de Nuestra sangre, nuestro color: La escultura polícroma en Tenochtitlán. Exposición que se inauguró el pasado 18 de mayo en el Museo del Templo Mayor. Y donde podrás percibir las esculturas con sus colores originales, tal y como las crearon los mexicas, hace cinco mil siglos.
Las 28 piezas, ahora expuestas, son réplicas tridimensionales cubiertas con los colores que debieron tener hace seis siglos, y que con el paso del tiempo se han borrado. También podrás disfrutar de monolitos de las diosas Coyolxauhqui (de la Luna) y Tlaltecuhtli (de la Tierra). Así como un Chac Mool, entre otras piezas.
Tienes hasta el 20 de agosto para percibir las esculturas tal y como las crearon nuestros antepasados.
El cuchillo “es el arma blanca por excelencia de la traición”, dijo el dramaturgo Richard Viqueira. Quien actúa y dirige Herodes hoy, puesta en escena sobre dicha figura bíblica, la ambición humana y los vicios de los gobernantes. Sin embargo, esta obra también puede interpretarse como una denuncia por los genocidios que se viven en la actualidad.
Se presenta en el foro La Gruta, del Centro Cultural Helénico. La entrada cuesta 150 pesos. Y la temporada termina el próximo 8 de agosto.
Y para terminar nuestras recomendaciones otro viaje en el tiempo, cortesía del Museo Nacional de Antropología: Frobenius. El Mundo del Arte Rupestre.
Leo Frobenius es uno de los más grandes exploradores del siglo XIX. Entre 1904 y 1935 hizo más una docena de viajes a África, Indonesia y Australia, donde documentó las expresiones artísticas, místicas y simbólicas de los hombres que habitaron la Tierra hace más de 40 mil años.
La exposición —que estará abierta al público hasta el próximo 5 de noviembre— se conforma por 103 fotografías y pinturas en escala uno a uno. El arte que dio a conocer Frobenius, y que significó el cimiento del naturalismo antropológico.