La investigación oficial del multifeminicidio y homicidio ocurrido en un departamento de la colonia Narvarte el 31 de julio de 2015 incurrió en múltiples omisiones, errores e irregularidades, que terminaron violando los derechos humanos de las víctimas y de sus familiares y que contribuyeron a que no se conozca la verdad de lo ocurrido y a que tampoco haya acceso a la justicia.
[contextly_sidebar id=”71gMebUUNQMUfY3XlI9jeFKev8S9FJSD”]Así lo concluye la Recomendación 4/2017 emitida por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México. La misma está asentada en un documento de 120 páginas, en las que se acreditan fallas de la Procuraduría de Justicia y del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México en el tratamiento del caso y que derivaron en la violación de cuatro derechos fundamentales.
Las anomalías incluyen hechos graves, como la contaminación del lugar de los hechos o la ausencia de personal médico forense en el sitio para analizar los cuerpos, necropsias incompletas que no establecen con precisión la causa del deceso de las víctimas ni describen las lesiones que sufrieron, o la falta de protocolos para integrar otras líneas de investigación.
Entre las víctimas del caso Narvarte se encontraban la activista defensora de Derechos Humanos Nadia Dominique Vera Pérez y el fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril. Las otras tres víctimas del feminicidio son la joven de nacionalidad colombiana Mile Virginia Martin, así como Yesenia Atziry Quiroz Alfaro y Olivia Alejandra Negrete Avilés.
El pasado 19 de mayo, Animal Político publicó que los procesos contra los tres detenidos por el caso están detenidos y no se ha esclarecido el móvil detrás del homicidio.
A continuación, desglosamos las principales anomalías reportadas en la recomendación.
Contaminación del lugar de los hechos
La escena del crimen, es decir, el interior del departamento de la Narvarte, donde se cometió el multifeminicidio y homicidio, no fue bien preservada por la Procuraduría y peor aún, hubo contaminación y alteraciones.
Prueba de ellos son los siguientes hallazgos reportados en la recomendación:
- Entre las huellas digitales recabadas en el departamento aparecen las del comandante de la Policía de Investigación Gustavo González Ángeles, quien acudió a la verificación inicial del crimen. Esta anomalía no se hizo constar en las actas levantadas.
- Al departamento, según declaraciones, también ingresaron dos comandantes de la Secretaría de Seguridad Pública sin que haya explicación alguna de por qué ocurrió esto, dado que ellos no tenían facultades de investigación. Tampoco se sabe que hicieron en el interior.
- En la inspección inicial del lugar tampoco participó personal médico forense ni se tomó nota del ambiente, de las características del entorno, ni otras medidas para preservar indicios.
- El levantamiento de huellas inicial fue incompleto, ya que los peritos “olvidaron” revisar el balcón y tuvieron que hacerlo en una fecha posterior, con las complicaciones técnicas que ello conlleva.
En síntesis, la contaminación y las omisiones cometidas por la Procuraduría de la Ciudad de México no permiten tener certeza de la integridad del lugar de los hechos, lo que pone en riesgo el que se pueda conocer la verdad del caso.
Líneas de investigación que no se siguieron
En su revisión del caso, la Comisión encontró elementos que permiten establecer diversas líneas de investigación en torno al múltiple asesinato de la Narvarte que la Procuraduría no agotó o que ni siquiera tomó en cuenta. Estos son los cabos sueltos:
- Está acreditado en testimonios que una de las víctimas, Olivia Alejandra Negrete Avilés, había recibido amenazas contra su vida, luego de que su expareja fue asesinada meses antes de lo ocurrido en la colonia Narvarte. Los investigadores no realizaron indagatoria alguna sobre esta pista.
- Las huellas de tortura que presentaron casi todas las víctimas tampoco fueron investigadas como un elemento que no es común en todos los homicidios, y no hay explicación al respecto.
- No se siguieron protocolos de investigación específicos para el feminicidio, a pesar de que 4 de las víctimas eran mujeres
- No se siguieron protocolos de investigación específicos para homicidios posiblemente relacionados con la libertad de expresión, pese que Rubén Espinosa era fotoperiodista.
- No se siguieron protocolos de investigación específicos para homicidios posiblemente relacionados con defensores de derechos humanos, a pesar de que Nadia Vera era una activista del tema.
- No avisó de inmediato a ninguna de las agencias especializadas en los temas anteriores pese a que estas existen, y todo se siguió en la Fiscalía de Homicidios.
- Las acciones que parcialmente se llevaron a cabo para seguir el antecedente de las amenazas acontecidas en Veracruz en contra de Nadia y de Rubén y el posible vínculo de las mismas con el homicidio, fueron a petición expresa e impulso de los abogados coadyuvantes pero no de la Procuraduría.
Falta de apoyo a víctimas del caso Narvarte
La Comisión documentó cómo la Procuraduría, pese a ser en el papel el representante social de las víctimas, terminó revictimizándolas y obstaculizó su derecho a la verdad.
- En ninguno de los casos el Ministerio Público buscó y avisó a los familiares de las cinco víctimas del homicidio pese a que fueron identificadas rápidamente. Todas sin excepción se enteraron por los medios de comunicación o comentarios de terceros y además hubo retraso en entrega de los cuerpos.
- En casos como el de los familiares de Nadia, de Rubén y de Alejandra no hubo apoyo alguno de abogados victimas (que debió asignar la Procuraduría) ni para reconocer los cuerpos ni para emitir las declaraciones.
- La Procuraduría puso múltiples obstáculos a los familiares que a través de sus abogados intentaron tanto tener copias del expediente de la averiguación y solicitar que se hicieran varias diligencias que el Ministerio Público no tomó en cuenta. Esto orilló a los familiares a recurrir a demandas de amparo ante jueces federales para que la Procuraduría les hiciera caso.
- En el caso de Mile Virginia, de nacionalidad colombiana, la Procuraduría omitió avisar de inmediato del homicidio a su consulado, lo que retrasó los trámites de localización de su familia y el traslado de su cuerpo
Las filtraciones del expediente
La Procuraduría actuó de forma celosa para impedir el acceso a la averiguación a los familiares, pero, por otro lado, permitió filtraciones oficiales y no oficiales de información del caso Narvarte, que llegaron a los medios y terminaron criminalizando públicamente a las propias víctimas.
- Datos filtrados (veraces y falsos) permitieron a medios publicar que Mile Virginia era colombiana, que ella y Yesenia trabajaban como modelos, y que supuestamente tenían una relación con el tráfico de drogas.
- Se publicaron fotos del homicidio, de las jóvenes semidesnudas y con huellas de violencia sexual. Estas fotos solo estaban en poder de las autoridades.
- Se emitieron comunicados de prensa con datos de las víctimas y el domicilio del crimen.
- Se filtraron datos de la presencia de alcohol y drogas en el departamento de los hechos.
“Todo esto provocó que en los medios de comunicación se llevara un juicio simultaneo respecto del caso, a través del cual se discriminó y estigmatizó a las víctimas directas (…) dicha filtración repercutió directamente en el desarrollo de las líneas de investigación puesto que en un principio estuvieron enfocadas en responsabilizar a las víctimas” señala la Recomendación.
Necropsias sin sustento
La Comisión de Derechos Humanos encontró serias fallas en las necropsias de los cuerpos, que son un elemento básico para esclarecer de forma científica las condiciones y causas de la muerte de las víctimas. Esto conlleva la violación a derechos básicos como a la verdad y acceso a la justicia.
- Las necropsias no se realizaron siguiendo los protocolos debido a que faltaron, entre otras cosas, fotografías que documenten las conclusiones, estudios histopatológicos, descripciones detalladas y diversos elementos técnicos.
- En los casos de Yesenia Quiroz y Nadia Vera, las necropsias ni siquiera establecen de forma precisa la causa de la muerte. “Las necropsias no cumplen con los criterios técnicos mínimos indispensables” señala la Comisión
Conclusión: Una investigación deficiente
El cúmulo de irregularidades descritas sobre el caso Narvarte llevó a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México a establecer que la investigación relacionada con el homicidio y feminicidio múltiples en la colonia Narvarte es deficiente.
“Las investigaciones ministeriales a la fecha carecen de una investigación adecuada, diligente, integral, oportuna y eficaz toda vez que desde el inicio no se actuó conforme a los protocolos de investigación determinados para cada delito ni hubo una línea de investigación especial para el esclarecimiento de los hechos que consideren los homicidios fueron producto de alguna de característica de las víctimas como sus actividades laborales, género, nacionalidad , opiniones políticas o cualquier otro” señala la recomendación.