Un hombre atacó con un martillo a un policía antes de ser herido por disparos frente a la catedral de Notre Dame de París, en un contexto de amenaza terrorista alta tres días después de un ataque en Londres.
[contextly_sidebar id=”2HE4idICutkN2rbewUWXFhuEhED500M8″]El atacante, que fue hospitalizado tras ser herido en el tórax. De acuerdo con el ministro del Interior francés, Gérard Collomb, había gritado “es por Siria”.
Una fuente cercana a la investigación indicó que el hombre dijo ser un soldado del califato del grupo autodenominado Estado Islámico.
Además de un martillo, con el que hirió levemente en el cuello a un agente, el atacante llevaba cuchillos de cocina y un carnet que lo identifica como un estudiante argelino, pero que aún debe ser identificado, señaló Collomb.
El ataque se produjo hacia las 14H20 GMT frente a la emblemática catedral ubicada en pleno centro de París. Un agente abrió fuego contra el agresor después de que atacara a uno de sus colegas con un martillo, según una fuente policial.
“Escuché a un hombre gritar muy fuerte, y después la gente comenzó a correr. La gente entró en pánico. Escuché dos disparos y vi a un hombre yaciendo en el suelo, con mucha sangre”, contó a la AFP Philippe, un testigo.
La fiscalía antiterrorista de París anunció la apertura de una investigación.
Las calles aledañas a la catedral de Notre Dame, uno de los lugares más turísticos de la capital francesa, se encontraban acordonadas.
Policías con chalecos antibalas salían de la prefectura de policía, que se encuentra frente a la catedral, constató un periodista.
Hacia las 16H30 GMT, al menos mil personas seguían bloqueadas dentro de la catedral.
“La gente está tranquila, se hablan, rezan, siguen con su visita”, dijo a la AFP André Finot, responsable de comunicación de la catedral.
“Esperamos órdenes de la policía para dejarlos salir”, agregó.
La policía pidió a la población evitar el sector, pero poco antes de las 17H30 GMT las autoridades indicaron que la situación estaba bajo control.
La catedral de Notre Dame es uno de los lugares más visitados en Europa, con 13 millones de visitantes por año.
Esta agresión se produce tres días después de un ataque en Londres en el que siete personas murieron y 48 resultaron heridas por tres hombres que embistieron a la multitud con un vehículo antes de apuñalar a transeúntes.
El ataque de Londres fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Unos días antes, el 22 de mayo, un ataque con bomba dejó 22 muertos y más de 100 heridos durante un concierto en Mánchester, también en Reino Unido.
Francia se encuentra en estado de alerta máxima tras una ola de atentados yihadistas que ha dejado 239 muertos desde el 7 de enero de 2015, cuando 11 personas murieron en un asalto a la sede del seminario satírico Charlie Hebdo.
El 13 de noviembre de ese año, un comando yihadista que juró lealtad al grupo EI mató a 130 personas en varios ataques en la capital francesa.
El grupo Estado Islámico amenaza continuamente a Francia por su participación en la coalición militar internacional antiyihadista en Siria e Irak.