[contextly_sidebar id=”KKq0ZZbaG9S1hwMpDZGlhkntXcOBQfrg”]La polémica sobre si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reveló o no información altamente clasificada a diplomáticos rusos llegó este miércoles al Kremlin, donde el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció su disposición a entregar a EU la transcripción del polémico encuentro entre el mandatario estadounidense y el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
“Si el gobierno de EU lo considera oportuno, estamos dispuestos a ofrecer al Senado y a la Cámara de Representantes la grabación de la conversación”, dijo Putin durante una rueda de prensa, aunque luego su asesor Yuri Ushakov precisó que no disponen de una grabación, sino de una transcripción de la conversación.
“Vemos que en Estados Unidos se está desarrollando una esquizofrenia política”, sentenció Putin.
“De otra manera no puedo explicar las acusaciones contra el presidente (Trump) de haber compartido secretos con Lavrov“, afirmó el presidente ruso, quien dijo estar preocupado porque considera que se están instigando ánimos antirrusos como parte de la lucha política en Estados Unidos.
La controversia sobre la supuesta infidencia de Trump se inició este lunes cuando medios estadounidenses dijeron que el mandatario compartió datos altamente confidenciales sobre el autodenominado Estado Islámico en una reunión sostenida la semana pasada con Lavrov y con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak.
Aunque Trump, como jefe de Estado, tiene la potestad legal de desclasificar o divulgar la información confidencial que considere, analistas han señalado que la revelación indebida puede poner en peligro la relación con el país aliado -los medios estadounidenses señalan a Israel- cuyos servicios secretos obtuvieron los datos que habrían sido compartidos con Moscú sin su previo consentimiento.