[contextly_sidebar id=”XVWpu60X7eyGvCg4xxsinBNes56KFbKg”]Luego de cuatro semanas en el poder, el presidente Donald Trump liberó su frustración y lanzó un encolerizado ataque contra la prensa, mientras insistía en que su gobierno, agobiado por sucesivas crisis, “funciona como una máquina bien aceitada”.
Desde la Casa Blanca, Trump, visiblemente irritado, aseguró que Barack Obama le heredó un “desastre” y enumeró la seguidilla de decretos que firmó en la Oficina Oval para luego señalar que nunca antes una presidencia había hecho tanto en tan poco tiempo.
“Las personas lo entienden, la mayoría de los medios, no. O más bien, sí lo entienden, pero no lo escriben”, dijo.
“Estoy aquí para llevar mi mensaje directamente al pueblo (…) porque muchos periodistas de nuestro país no les dirán la verdad y no tratarán a la maravillosa gente de nuestro país con el respeto que merecen”, señaló. “Ustedes son gente deshonesta”, agregó.
Al evocar un “nivel de deshonestidad fuera de control” en la prensa, Trump retomó sus expresiones de la campaña, las cuales estigmatizan a las élites de las costas Este y Oeste como habitantes de una burbuja, insensibles a los quehaceres del Estados Unidos verdadero.
“Lamentablemente la mayoría de los medios, en Washington, pero también en Nueva York y Los Ángeles no hablan por la gente sino por los intereses especiales y por quienes se benefician de un sistema que está obviamente roto”, señaló Trump.
“¡Siéntate!”, le lanzó a un periodista que intentaba profundizar tras hacer una pregunta. “¡Cállate!”, le dijo a otro.
En medio de las preguntas, el presidente Donald Trump evaluó como podrían lucir sus próximos encuentros con los periodistas. “No estoy despotricando ni desvariando”, previno. “La estoy pasando bien”, advirtió.
“Las filtraciones de información son reales, las noticias son falsas”, añadió en relación a la avalancha de reportes de prensa que pintan un cuadro cada día más perturbador de sus relaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Tras la declaración, un periodista preguntó: ¿si las filtraciones son reales y contienen hechos probados, como los reportes noticiosos pueden ser falsos? Es el “tono”, respondió el presidente, denunciando el “odio” del que él es objeto, salvando como es costumbre a un solo medio: Fox News, la cadena de televisión favorita de los conservadores estadounidenses.
Cuando su argumento de que obtuvo la mayor victoria en número de votos electorales desde Ronald Reagan fue desmentido por un periodista, el mandatario lanzó: “es lo que me han dicho”.
Y aunque repitió que los sondeos no son indicadores fiables, Donald Trump, muy sensible a su imagen como todos sus antecesores, mantiene un ojo en las encuestas, un departamento poco halagador para la exfigura de televisión.
Según un sondeo del instituto PEW publicado este jueves 16 de febrero, la popularidad del presidente Trump después de un mes en el poder es menor que la de los cinco anteriores ocupantes de la Casa Blanca, demócratas o republicanos.
En total, 39% de los estadounidenses aprueban sus acciones al frente del gobierno, mientras 56% lo rechaza.