Los defensores de los derechos de los migrantes lograron una primera victoria frente a Donald Trump, después de que la justicia bloqueara en parte un decreto del gobierno para impedir el ingreso de musulmanes a Estados Unidos.
[contextly_sidebar id=”Sla44XRYjvnY051zBNzJxoQiArJD8UXT”]Varias organizaciones, entre ellas la poderosa Unión estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), interpusieron una demanda judicial el sábado contra el decreto promulgado un día antes por el mandatario.
El decreto establece un veto a la llegada de refugiados musulmanes durante 120 días, y un bloqueo de 90 días al ingreso de ciudadanos de Irán, Iraq, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, mientras se revisan los criterios de admisión.
Su aplicación desde la noche del viernes tomó por sorpresa a viajeros con esas nacionalidades, que ya habían abordado sus vuelos o que ya habían llegado a aeropuertos de Estados Unidos.
La jueza federal de Nueva York, Ann Donnelly, tras una audiencia de urgencia realizada en la noche del sábado, emitió una orden para impedir que las personas de esos países y que cuenten con sus documentos en regla -visas válidas o solicitudes de refugio aprobadas-, sean expulsadas o deportadas al llegar a territorio estadounidense.
Asimismo, ordenó al gobierno comunicar la lista de todas las personas retenidas en los aeropuertos desde la noche del viernes.
El fallo se produjo tras demandas interpuestas por organizaciones defensoras de los derechos civiles, anticipando lo que será una dura batalla en los tribunales, respecto a si es anticonstitucional la orden de Trump.
La ACLU estimó que la decisión de la juez beneficiaría a entre 100 y 200 personas que habían sido detenidas en aeropuertos o que iban en camino a Estados Unidos, de acuerdo con un reporte de BBC Mundo.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo este domingo a ABC que de los 325,000 extranjeros llegados a Estados Unidos el sábado, 109 personas pasaron por procedimientos de control reforzados para “garantizar que las personas a las que dejamos entran en nuestro país vengan con intenciones pacíficas”.
Tras las protestas, indicó el diario The New York Times, el gobierno de Trump parece revertir uno de los puntos clave de la orden ejecutiva. El secretario general de la Casa Blanca, Reince Priebus, dijo que a las personas de los países musulmanes en cuestión y que cuenten con la green card no se les impedirá regresar a Estados Unidos.
Sin embargo, agregó el NYT, Priebus también dijo que los agentes en las fronteras tendrán “autoridad discrecional” para detener e interrogar a los viajantes de ciertos países que se considere sospechosos.
Cientos se manifestaron pacíficamente el sábado en contra de la orden ejecutiva de Trump, en el aeropuerto John F. Kennedy Airport de Nueva York.
The scene at JFK Terminal 4 right now, where protestors chant in support of those detained following Trump's exec order: "Let them in!" pic.twitter.com/pvg7wr0FJw
— Azmat Khan (@AzmatZahra) January 29, 2017
RIGHT NOW: Crowd chanting "Let them in! Let them in!" at JFK terminal 4 airport. #MuslimBan pic.twitter.com/ZCLFsmUxgm
— Ted Alexandro (@tedalexandro) January 28, 2017
“La gente está preparada para oponerse a esto” dijo David Gaddis, de 43 años. “No es sorprendente que la gente se movilice. Cada día que (Trump) está en su despacho, hay una emergencia nacional”.
En otros grandes aeropuertos, como Washington, Chicago, Minneapolis, Denver, Los Ángeles, San Francisco y Dallas también hubo concurridas protestas.
https://twitter.com/HowellONeill/status/825497394678607873
Donnelly ordenó al gobierno que facilite listas con todos los detenidos en aeropuertos estadounidenses desde la entrada en vigor de la medida.
Una jueza federal de Virginia anunció una decisión similar que afecta a los pasajeros del aeropuerto de Dulles, cerca de Washington DC, dijo el diario The Charlotte Observer.
Las organizaciones presentaron la demanda tras la detención la noche del viernes de dos iraquíes en el aeropuerto John F. Kennedy, de Nueva York, pese a que contaban con documentación en regla.
Uno de ellos trabajó para el gobierno estadounidense en Iraq durante 10 años, y el otro viajaba a Estados Unidos a reunirse con su esposa, que trabaja para una empresa contratista estadounidense, señaló la demanda.
Los representantes demócratas de Nueva York en el Congreso, Jerry Nadler y Nydia Velasquez, se unieron a la protesta en el estacionamiento del JFK y negociaron todo el día con la policía aeroportuaria.
Obtuvieron la liberación de uno de los iraquíes, Hameed Khalid Darweesh, a quien los manifestantes recibieron al grito de “Bienvenido a casa”, “¡Los musulmanes son bienvenidos!, ¡Ni odio, ni miedo!”.
"Get up, get down, New York is an immigrant town!" — Cadman Plaza right now. Dammit I love this city so much. #NoBanNoWall pic.twitter.com/kz4vWdguct
— J. N. Silva (@JNSilva_) January 29, 2017
Esta movilización y este primer fallo judicial auguran una larga confrontación entre los defensores de los inmigrantes y el gobierno de Trump. Se espera una audiencia sobre el caso en febrero.
“Es la primera dentro de una larga batalla frente a los tribunales”, consideró Michael Kagan, especialista en derecho de la inmigración de la Universidad de Nevada.
Crowd advancing at #Chicago O'Hare @nbcchicago pic.twitter.com/HhkQYFPUOA
— CHRIS HUSH (@ChrisHushNBC) January 29, 2017
Según el consejero de Trump, Rudy Giuliani, el presidente inicialmente pidió un decreto para “prohibir a musulmanes” la entrada a Estados Unidos, y solicitó al exalcalde de Nueva York que le mostrara “la manera para hacerlo legalmente”,
“Cuando lo mencionó por primera vez dijo ‘prohibición a musulmanes'”, explicó Giuliani al canal de televisión Fox News el sábado por la noche, indicando que la elección de esos siete países se debió a que son “áreas del mundo que suponen un peligro” para Washington.
El Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos indicó este domingo que seguirá aplicando el decreto del presidente Donald Trump, pero que también acatará las decisiones judiciales que lo bloquearon parcialmente.
“La orden ejecutiva del presidente sigue en pie. Los viajes prohibidos seguirán estando prohibidos, y el gobierno de Estados Unidos se reserva su derecho a revocar las visas en cualquier momento si es necesario por seguridad nacional o pública”, apuntó el Departamento en un comunicado.
“La orden ejecutiva del presidente afecta a una pequeña porción de los viajeros internacionales y es un primer paso para el restablecimiento del control de las fronteras estadounidenses y la seguridad nacional”, agregó.
En tanto, Trump defendió que Estados Unidos necesita fronteras fuertes y un veto “extremo” respecto a la llegada de ciudadanos que a su parecer representan un riesgo para su país.
Our country needs strong borders and extreme vetting, NOW. Look what is happening all over Europe and, indeed, the world – a horrible mess!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 29, 2017
La medida de Trump fue criticada en casa y en el extranjero.
Su contrincante en la carrera por la Casa Blanca, la demócrata Hillary Clinton, advirtió a Trump en Twitter: “Nosotros no somos así”.
El presidente francés, François Hollande, instó el sábado a Trump a “respetar” principio de “acogida de refugiados”.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, condenó este domingo las restricciones impuestas por Trump y dijo que, por difícil que sea la lucha contra el terrorismo, “no justifica colocar a gente de cierto origen o creencia bajo la sospecha general”, según su portavoz, Steffen Seibert.
Un portavoz de la primera ministra británica, Theresa May, señaló que “la política migratoria de Estados Unidos es un asunto del Gobierno de Estados Unidos”, pero dijo que Downing Street está “en desacuerdo con esa forma de encararla”,
Y el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, consideró en un tuit que el decreto es un “gran regalo para los extremistas”.