La cámara baja del parlamento ruso aprobó un proyecto de ley para despenalizar algunas formas de violencia doméstica.
En el marco de la propuesta de legislación, los agresores sin antecedentes penales que no provoquen una herida grave en su víctima enfrentaran un máximo de 15 días bajo custodia policial y no dos años en prisión, como prevé la ley.
El proyecto deberá pasar por la cámara alta y, después, pasará por las manos del presidente, Vladimir Putin.
Activistas por los derechos humanos han calificado la propuesta como “la ley de la bofetada” que “exonera a los tiranos en sus hogares”.
La votación en la Duma Estatal, como se conoce la cámara baja, fue de 380-3 y se produjo dos días después de que se llevara a cabo la segunda discusión.
El proyecto de ley, que fue redactado por la parlamentaria Olga Batalina, se refiere a agresiones que inflijan dolor físico pero que no causen una herida o lesión que ponga en peligro la salud de la víctima.
Las mujeres con frecuencia no acuden a la policía o a los tribunales para denunciar a sus esposos abusadores, ahora habrán incluso menos casos
La propuesta surgió después de que en julio se hiciera un cambio en el código penal ruso.
Se trató de la despenalización de las agresiones entre extraños, pero las agresiones entre familiares se declararon una ofensa criminal.
Grupos conservadores argumentaron que era inaceptable que los padres enfrentaran penas más duras por abofetear a sus hijos que si un vecino lo hacía.
En el marco de la ley, la primera ofensa sería considerada administrativa y no criminal y sería castigada con una multa de hasta 30.000 rublos, unos US$500, una detención de hasta 15 días o servicio comunitario obligatorio de hasta 120 horas.
Los agresores que causen una lesión grave o sean violentos en repetidas ocasiones en un periodo de un año serán acusados de cometer ofensas criminales y potencialmente deberán cumplir condenas en prisión.
“Queremos demostrar que los diputados rusos no permitirán los mismos excesos presentes en Europa occidental”, indicó el diputado del partido gobernante, Andrei Isayev, quien aseguró que los niños europeos “informan sobre sus padres” para salirse con la suya, lo cual hace que los padres pierdan la custodia.
Y es que, explica la agencia de noticias Reuters, “quienes apoyan el cambio legal, entre ellos los miembros del partido Rusia Unida del presidente Vladimir Putin, dicen que buscan proteger el derecho de los padres a disciplinar a sus hijos y reducir la capacidad del Estado de inmiscuirse en la vida familiar“.
Pero los parlamentarios del Partido Comunista se opusieron al proyecto de ley.
El miércoles, Maria Mokhova, directora ejecutiva de Sisters, un centro de ayuda para víctimas de abusos, le dijo a la agencia de noticias Reuters: “Esta ley aboga por la exoneración de los tiranos en sus hogares”.
“El mensaje es: ‘No castiguemos a una persona que en su casa golpea a su familia, sólo porque tiene el derecho a hacerlo'”.
De acuerdo con estadísticas del ministerio del Interior de Rusia, 9.800 mujeres murieron en 2015 como consecuencia de una agresión grave y 25% de los asesinatos se produjeron en el hogar.
Una petición lanzada por la activista por los derechos humanos Alena Popova para que se establezca una legislación integral contra la violencia doméstica ha sido firmada por unas 239.000 personas.