Tras cinco días de bloqueo en las instalaciones de Pemex en Playas de Rosarito, Baja California, civiles inconformes con el alza del costo de la gasolina y elementos de la Policía Federal se enfrentaron a piedras, insultos y golpes, lo que dejó un saldo de al menos 40 detenidos y quince heridos, entre ellos 7 policías —2 de ellos de gravedad—, luego de ser atropellados por un automovilista que se dio a la fuga.
[contextly_sidebar id=”yFgXV4iLWsQugUVaugMePnLEtwSe9jcC”]Desde el primero de enero se registraron manifestaciones en distintos puntos de Baja California, ante el descontento popular por el alza a los precios de la gasolina.
Durante los primeros días los ciudadanos y las autoridades se limitaban a intercambiar gritos e insultos.
A partir del tres de enero, las protestas subieron de tono: cuando grupos de ciudadanos comenzaron a bloquear la Carretera Transpeninsular, la principal vía de comunicación terrestre de la Entidad, a la altura de Rosarito.
Al mismo tiempo bloquearon la calle que conduce las instalaciones de Pemex en ese municipio, donde se almacena y abastece la mayoría de la gasolina de la zona costa del estado. El objetivo era impedir la salida de las pipas y provocar desabasto de combustible.
La mañana de este sábado 7 de enero, después de cinco días de obstaculizar la distribución de combustible y provocar desabasto en casi 90% de las estaciones gasolineras, elementos de la Policía Federal, apoyados por policías estatales y del municipio de Rosarito, comenzaron a dispersar a los manifestantes y a remolcar los vehículos particulares que impedían el tránsito.
La tensión escaló aproximadamente a las 10:00 horas, tras el intercambio de insultos entre policías y civiles, que derivó en la detención de una decena de manifestantes, la mitad de ellos adultos mayores.
La violencia se desató cuando un grupo de jóvenes encapuchados lanzaron piedras a los elementos policiales, los cuales embistieron a la multitud, hiriendo y llevándose detenidos a más de treinta civiles.
Los enfrentamientos se llevaron a cabo a un costado de una concurrida plaza comercial, donde se habían reunido alrededor de 200 civiles y 300 policías, más de la mitad portaba equipo antimotines.
La primera oleada de detenciones fue rápida y contundente. En menos de veinte minutos los agentes lanzaron gas lacrimógeno y avanzaron sobre los ciudadanos. Momentos después formaron una valla de granaderos para impedir la reagrupación de los manifestantes.
Gobierno Federal y Gobierno de Baja California usan fuerza pública para desalojar manifestantes #Gasolinazo #Rosarito @GobiernoBC pic.twitter.com/MIHqjMqNKD
— Plural.mx (@pluralmx) 8 de enero de 2017
Alrededor de las 12:00 horas, un automóvil tipo pick up de la empresa “Refaccionara del Valle”, se abrió paso entre la multitud y condujo de frente a los granaderos, arrollando a siete de ellos. El conductor huyó y abandonó el vehículo a unos kilómetros del lugar de los hechos. Hasta el momento se desconoce su paradero.
En un comunicado de prensa, la División de Gendarmería reportó el estado de salud de los policías atropellados, a quienes identifico por su edad, grado e iniciales de sus nombres:
Extraoficialmente se informó que los agentes fueron internados en un hospital privado de la ciudad de Tijuana.
Se recrudecen disturbios en planta de Pemex #Rosarito https://t.co/xuLnrG6OTs pic.twitter.com/J4kOitOyQt
— La Jornada BC (@LaJornadaBC) 8 de enero de 2017
A pesar del intento de desalojo, los manifestantes se reagruparon y continúan bloqueando las instalaciones de Pemex y no han podido ser retirados. Hasta la noche de este sábado se habían registrado más detenciones de civiles y más personas heridas, sin que las autoridades hayan reportado oficialmente más heridos que los 7 policías arrollados.
Deseo una pronta recuperación a los elementos de la @PoliciaFedMx que fueron agredidos en Rosarito, BC, mientras cumplían con su deber.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 8 de enero de 2017
Los responsables de esta agresión desmedida responderán ante la ley.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 8 de enero de 2017
Durante los enfrentamientos, tres periodistas fueron golpeados y sometidos por intentar documentar los hechos. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y la Unidad Especializada para la Atención de Delitos Cometidos en Contra de la Libertad de Expresión han iniciado investigaciones en torno a las agresiones a los periodistas.