El presidente ruso, Vladimir Putin, le dijo “no” a la propuesta de su ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, de expulsar a 35 diplomáticos de Estados Unidos en retaliación por las recientes sanciones anunciadas por la Casa Blanca.
“La reciprocidad es ley diplomática en las relaciones internacionales“, había dicho Lavrov. “Por eso proponemos al presidente de Rusia que declare personas non grata a 31 funcionarios de la embajada de EEUU en Moscú y a otros cuatro del Consulado estadounidense en San Petersburgo”.
Putin, sin embargo, dijo que Rusia no se “rebajaría” al nivel de “diplomacia irresponsable” de EE.UU., sino que trataría de reparar los lazos una vez que asuma la presidencia Donald Trump, quien tomará posesión el próximo 20 de enero.
El duro comentario sigue a la aprobación por parte del actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de una serie de sanciones contra Rusia, país al que acusa de intentar influir en las elecciones presidenciales de noviembre pasado mediante ataques informáticos.
Las medidas ordenadas por Obama incluyen la expulsión de 35 diplomáticos rusos que según informes de prensa son sospechosos de actividades de espionaje, y la imposición de sanciones contra las dos principales agencias de inteligencia de Rusia: el Servicio de Seguridad Nacional (FSB) y el Servicio de Inteligencia Militar (GRU).
Obama también ordenó el cierre de dos centros pertenecientes al gobierno ruso, ubicados en Maryland y en Nueva York.
Las medidas fueron acordadas en respuesta al robo por parte de hackers presuntamente vinculados al Kremlin de información de los servidores del Comité Nacional del Partido Demócrata de Estados Unidos, así como de emails del director de la campaña presidencial de Hillary Clinton, John Podesta.
Estos materiales fueron divulgados durante la campaña electoral a través de la plataforma Wikileaks con la intención de dañar a Clinton y al Partido Demócrata para favorecer la candidatura presidencial de Donald Trump, según concluyeron varias agencias de inteligencia estadounidenses, incluida la CIA y el FBI.
Rusia dice que las acusaciones no tienen fundamento.
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“Desafortunada administración”
Por su parte, la embajada rusa en el Reino Unido publicó en un tweet con la imagen de un pato y la palabra “lame” en referencia a la expresión en inglés “lame duck” o “pato cojo” que se refiere a un presidente saliente que ya no tiene capacidad ejecutiva.
El mensaje agrega: “El presidente Obama expulsa 35 diplomáticos en un deja vu de la Guerra Fría. Nosotros, al igual que el pueblo de EE.UU., estaremos felices de ver la salida de esta desafortunada administración“.
La senadora demócrata Amy Klobuchar dijo a la BBC que hubiera sido un error no responder a los intentos de interferencia rusa.
“Esto no es algo que ataña sólo a la democracia estadounidense, sino a cualquier democracia”.
“Hay elecciones en Alemania y Francia próximamente y no hubiera sido correcto por parte de EE.UU. hacer la vista gorda“.
Pero Moscú sabe que en tres semanas Obama ya no estará en la Casa Blanca.
El presidente electo Donald Trump descartó las acusaciones contra Rusia como “ridículas” y dijo que los estadounidenses deben “ocuparse de su vida” cuando se le preguntó sobre posibles sanciones contra Moscú.
Y ha nominado como secretario de Estado a Rex Tillerson, el presidente de la compañía petrolera ExxonMobil, que tiene estrechos vínculos con Rusia y recibió un galardón del propio presidente Vladimir Putin.