Han comenzado las celebraciones en el mundo para recibir el Año Nuevo.
Desde Sídney, en Australia, hasta Pyongyang, en Corea del Norte, enormes multitudes están reunidas para decir adiós al 2016, un año marcado por tumultuosos eventos globales.
La Ópera y el Puente de la Bahía de Sídney, en Australia, fueron escenario de un enorme despliegue de fuegos artificiales con los que la ciudad australiana recibió el 2017.
Se calcula que asistieron cerca de 1,5 millones de personas a la bahía a observar el espectáculo.
Los fuegos artificiales rindieron tributo a Prince y David Bowie, dos superestrellas de la música que murieron en 2016.
Poco antes, Auckland, en Nueva Zelanda, fue la primera ciudad del mundo que recibió el Año Nuevo.
Y muchas otras urbes ahora están listas para llevar a cabo sus celebraciones, en medio de fuertes medidas de seguridad tras los ataques en Berlín y Niza este año.
En Londres se ha incrementado la vigilancia con miles de policías desplegados en el centro de la ciudad donde se espera recibir a miles de personas que se congregarán para las celebraciones del Año Nuevo.
En París, Madrid y Nueva York se establecieron barreras de concreto y vehículos pesados para cerrar las plazas centrales donde se llevarán a cabo las celebraciones.