El director del FBI, James Comey, le indicó al Congreso de Estados Unidos que una revisión de los nuevos correos electrónicos de Hillary Clinton “no ha modificado nuestras conclusiones”, respecto a que no hay evidencias de una conducta delictiva por la que deba procederse en su contra.
[contextly_sidebar id=”5ecPLB6G8Lv1SSG6XPAmwQpAZd9bNXN6″]Comey envió la carta este domingo seis de noviembre, a dos días de las elecciones.
En julio criticó el uso que Clinton le había dado a su servidor privado de correo, aunque también dijo en aquel entonces que la agencia policial que él encabeza no recomendaría cargos penales contra la nominada demócrata.
Esta nueva revisión se dio tras el hallazgo de nuevos correos vinculados con Clinton y su etapa de secretaria de Estado. Los mensajes fueron encontrados en la computadora de Anthony Weiner.
El equipo de campaña de Clinton expresó satisfacción ante el anuncio del FBI.
“Estamos contentos de que se haya solucionado el asunto”, dijo Jennifer Palmieri, directora de comunicaciones de Clinton, a los reporteros que viajaban con el equipo de campaña demócrata a Ohio.
Clinton se enfureció cuando Comey comunicó al Congreso a finales del mes pasado que el FBI estaba revisando nuevos correos electrónicos. La candidata señaló entonces que el proceder de Comey “no tenía precedentes” y lo describió como “muy preocupante”.
Dicha medida del FBI destrozó la que parecía una sólida ventaja de Clinton en la campaña y envalentonó al candidato presidencial republicano Donald Trump.
Momentos después del anuncio de la nueva carta de Comey el domingo, Trump aterrizó en Minnesota para asistir a un acto de campaña.
El magnate no mencionó directamente el anuncio del FBI pero siguió insistiendo —sin presentar evidencia— que Clinton será investigada si él gana la presidencia.
“Ella está protegida por un sistema amañado”, señaló Trump. “Ni siquiera se debió permitir su postulación para presidenta”.
El FBI comenzó las investigaciones sobre el manejo que hizo Clinton de materiales secretos a través del servidor privado que tenía en Nueva York poco después de que la exfuncionaria anunciara en abril de 2015 que buscaría la presidencia.
En julio, en una extraordinaria declaración pública relacionada con una pesquisa en marcha, Comey anunció que no estaba recomendando cargos penales contra Clinton.
Sin embargo, ella y sus colaboradores no se salvaron de las agudas críticas del director del FBI, quien señaló que “fueron extremadamente descuidados” en el manejo de secretos nacionales.